Reforestación

Durante la primera parte del siglo XX, Puerto Rico perdió casi toda su capa forestal a causa de actividad agrícola desmedida. Desde entonces, y gracias en parte a esfuerzos de reforestación como el que lanzó Para la Naturaleza a finales de la década de 1980, Puerto Rico recobró más de la mitad de su capa forestal, creciendo de 6% a 55%. Sin embargo, los huracanes Irma y María en 2017 tumbaron cientos de miles de árboles, arrasaron con la vegetación de los árboles que sobrevivieron y destruyeron los densos bosques de la isla. El Servicio Forestal de los Estados Unidos estima que se perdieron 144 millones de árboles.

Por eso, Para la Naturaleza decidió expandir sus esfuerzos de reforestación y, gracias al apoyo de nuestros contribuyentes, creó una unidad dedicada a la reforestación con la meta de sembrar 100,000 al año. Un equipo comprometido de empleados y voluntarios mantienen 127 especies que están creciendo en nuestros 5 viveros. Estamos sembrando estos árboles alrededor de las islas todo el año.

Además de embellecer nuestras islas y proveer frutos que alimentan comunidades, la reforestación responde a riesgos asociados al cambio climático. Los árboles ayudan a controlar la temperatura en las islas, previenen la erosión, proveen hábitats para nuestra vida silvestre, mejoran la calidad del aire, previenen inundaciones y promueven la producción de agua limpia. También son un valioso legado para futuras generaciones. Nuestra misión de preservar el 33% de las tierras en Puerto Rico antes del 2033 es vital para defendernos ante los retos ambientales que se avecinan. Si protegemos el 33% de nuestras tierras, podríamos contrarrestar todas las emisiones de carbono generadas por la producción de electricidad en Puerto Rico.