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Llegan a la isla unas viviendas resistentes a los huracanes

viviendas resistentes a los huracanes

El paso del huracán María, hace casi un año, significó para Iraida Rivera y Ramón Vázquez la confirmación de que en la isla se necesitan viviendas y refugios más seguros y resistentes.

En el caso de Rivera, de 44 años, el huracán frustró su plan de terminar de construir una casa para ella y su madre en una finca en Yabucoa, municipio por el que entró María. La lluvia y el viento destruyeron buena parte de lo que habían adelantado.

Vázquez, de 42 años, apenas tuvo daños estructurales en su hogar en Corozal, pero el impacto económico post-María, principalmente por la falta de electricidad, fue significativo.

Sin conocerse, pero movidos por un mismo anhelo, Rivera y Vázquez coincidieron en la primera ronda de talleres sobre bioconstrucción ofrecidos por la organización sin fines de lucro Plenitud PR, en alianza con otras entidades.

Ambos llegaron escépticos por lo poco que se conoce en Puerto Rico sobre bioconstrucción, una técnica a través de la que se erigen estructuras que tienen bajo impacto ambiental y cuyos materiales pueden ser renovables, reciclados y de fácil extracción.

Específicamente, los talleres se centraron en bioconstrucción con superadobe, un método que permite formar paredes con sacos rellenos de suelos arenosos, mogolla o rechazo de cantera. Los participantes, incluso, adquieren experiencia para diseñar y realizar sus propias edificaciones trabajadas con superadobe.

“Mi mamá era la que había estudiado mucho el tema. Yo le decía que quería una casa en cemento, segura. Después del huracán, mi mamá se enteró de los talleres y los tomamos. Hicimos la práctica y ya nos sentimos preparadas para comenzar a levantar nuestro domo, como un pequeño refugio, y después construir una casa que sirva como residencia principal. Ahora tengo más confianza en el superadobe que en el cemento”, dijo Rivera.

“A mí me involucraron mi esposa y mi suegra, pero estamos toda la familia en esto. Es una alternativa que no daña el ecosistema, aparte de ser segura contra huracanes y terremotos”, expresó, por su parte, Vázquez.

Rivera y Vázquez destacaron que una vivienda en superadobe es “mucho más económica” que una de cemento. Según Plenitud PR, el ahorro en materiales puede ser hasta de 70%.

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