Por: Elizabeth Padilla Rodríguez
Gerente de la Unidad de Ciencia, Voluntarios y Educación en Para La Naturaleza
Puerto Rico ha registrado elevadas temperaturas ambientales en lo que va del año. En el norte se ha documentado calor de 95 grados Fahrenheit, que con el índice de humedad sobrepasa los 100 grados Fahrenheit. Estas altas temperaturas son sentidas principalmente como calor y tienen efectos negativos, tanto en la naturaleza como en el ser humano. Afectan nuestra salud ocasionando deshidratación, fatiga y desmayos. También afectan la calidad del aire, provocando mayor incidencia de enfermedades respiratorias. Además, se afecta la disponibilidad del recurso agua, tanto para el uso humano como para la producción agrícola. Los aumentos en la temperatura del océano también afectan los ecosistemas marinos y la pesca.
El calor nos ha motivado a buscar alternativas para reducirlo. Entre las opciones más comunes están instalar acondicionadores de aire, usar ropa más liviana e ingerir más líquidos. Pero, ¿cuántos han pensado en reforestar para reducir el calor sofocante que está haciendo?
Reforestar es una gran alternativa para reducir la temperatura ambiental y mejorar el nivel de comodidad que podamos sentir en nuestras casas, trabajos o espacios al aire libre.
Las altas temperaturas son consecuencia del incremento de la temperatura del planeta como consecuencia de la acción de los seres humanos, en particular, a causa de la emisión de gases de efecto invernadero, tales como: dióxido de carbono (quema de combustible y deforestación), metano (se libera de la descomposición natural, vertederos y ganadería), óxido nitroso (se libera por el uso de fertilizantes comerciales) y CFC (clorofluorocarbonos, usados en refrigeración, solventes y propulsores de gases [1] en aerosol).
Por otro lado, según la Organización de las Naciones Unidas, el cambio climático [2] “se refiere a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Desde el siglo 19 las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas”.
Estos cambios significativos amenazan la sobrevivencia de las especies (biodiversidad) y la integridad de los ecosistemas. Detener la pérdida de biodiversidad es clave fundamental para reducir el calentamiento global y mitigar el cambio climático. Gran parte de los gases de efecto invernadero son absorbidos por los ecosistemas y su biodiversidad, convirtiéndose en sumideros naturales de carbono, reduciendo así el impacto del cambio climático. La salud humana depende de la salud de los ecosistemas y su biodiversidad, esencial para obtener agua, aire y alimentos sanos, así como temperaturas ambientales que nos permitan un nivel de comodidad en que podamos sentirnos seguros.
La reforestación es una de varias acciones afirmativas para disminuir las altas temperaturas ambientales y aportar a reducir los efectos del cambio climático y el calor extremo que sentimos. Al reforestar áreas que fueron deforestadas o dejadas sin vegetación, estos árboles absorben el dióxido de carbono de la atmósfera, lo que ayuda a regular el clima y disminuir las temperaturas ambientales. Además, crean hábitats importantes para la biodiversidad, mejoran la calidad del aire, proporcionan alimento y protegen los recursos hídricos.
Hacer un compromiso con la reforestación de Puerto Rico es mejorar su calidad de aire, conservar sus ecosistemas y su biodiversidad, así como mejorar la salud y el bienestar humano. Únete al programa de reforestación de Para la Naturaleza, busca tu árbol, siémbralo y acompáñalo a crecer. Para más información, visita: pln.org/laSiembra