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Advierten que visitar la “infinity pool” en Naguabo es peligroso, ilegal y conlleva multas

La comúnmente conocida “infinity pool”, una piscina natural formada por rocas en la cima de la represa Prieto, en Naguabo, no es el espacio correcto para recrearse o conocer las montañas de la isla, afirmó el Servicio Forestal de Estados Unidos en Puerto Rico.

La atracción natural, que queda en la región del Bosque Nacional El Yunque, ganó popularidad desde el 2018 luego de que trascendieran fotos y videos, a través de las redes sociales, de personas que alcanzaron llegar al lugar. Sin embargo, quien visite esa zona se expone a varias multas a nivel estatal o federal, e, incluso, a poner en riesgo su vida.

Así lo estableció el supervisor forestal de El Yunque, Keenan Adams, quien señaló que la conocida “infinity pool” ubica en el río Prieto de Naguabo, un área que está restringida por el gobierno federal debido a los peligros que conlleva para la población en general y con la intención de preservar la zona.

Las personas no están autorizadas a realizar este viaje, y las señales están muy claras de que no deben hacerlo. Hay varios accesos restringidos, pero la gente corta las cerraduras. Se ha convertido en un problema, porque el sendero no se mantiene, y el tráfico (a pie) está creando una mala erosión que puede afectar la calidad del agua del río”, respondió Adams a preguntas de El Nuevo Día.

“Además, la infraestructura tiene décadas de antigüedad y no es segura para el uso del público. Por ejemplo, la escalera para subir a la piscina infinita está completamente oxidada. Es solo cuestión de tiempo antes de que falle”, abundó el funcionario en declaraciones escritas.

Las autoridades pueden multar desde un mínimo de $200 a todo ciudadano que se encuentre entre la zona restringida hacia la “infinity pool”. La suma puede aumentar hasta $1,000 si se trata un “guía del recorrido”.

Además, puede conllevar “una comparecencia obligatoria en la corte federal y potencialmente ser prohibido en las tierras administradas por el Servicio Forestal de El Yunque”, insistió Adams.

“Esto (multas y proceso legal) se puede evitar yendo a otros lugares que son igual de hermosos. Si está buscando una caminata desafiante, El Toro Trail en Canóvanas es una gran opción. Si está buscando un buen sendero en Naguabo, el sendero Río Sabana es igual de hermoso y también hay piscinas infinitas allí”, puntualizó.

Adams explicó que previo al huracán María la “infinity pool” solo era conocida por residentes del mencionado pueblo. Sin embargo, el ciclón derribó un árbol que impedía uno de los accesos al lugar, razón por la que un sendero quedó expuesto a simple vista y es el lugar por el que, actualmente, cientos de personas entran de manera ilegal.

Después del huracán María, un árbol cayó y dañó la verja que mantenía a la gente fuera y no ha sido reemplazado por la AEE. Hemos estado trabajando con la AEE desde 2017 para arreglar la infraestructura para evitar la entrada ilegal”, precisó.

En expresiones escritas,la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) indicó que el acceso a la “piscina infinita” se da a través de la represa Prieto, que “es parte del sistema hidroeléctrico de Río Blanco y se considera como un uso no autorizado de la infraestructura de la AEE”.

“En este momento, la Autoridad se encuentra realizando trabajos de mantenimiento de accesos en el extenso sistema de Río Blanco, y los mismos son exclusivamente para la operación en el funcionamiento del sistema”, señaló la dependencia.

Al tiempo, añadieron que el sistema hidroeléctrico de Río Blanco genera 5 megavatios en energía renovable.

Adams detalló que el 90% del terreno que comprende el sendero hasta la “infinity pool” le pertenece a la AEE, debido a que “fue desarrollado, por primera vez, en 1929 por la Compañía de Ferrocarriles, Luz y Energía de Puerto Rico con el propósito de mantener acueductos y represas y la Central Hidroeléctrica Río Blanco”.

Mientras, el restante 10% está en propiedad restringida por el Servicio Forestal y que forma parte de El Yunque.

Imágenes provistas a este medio muestran que en varias partes del sendero hasta la piscina natural -que toma dos horas caminando desde donde se deja el carro hasta la atracción- hay múltiples letreros que advierten de los potenciales peligros para quien camine por el área y de las restricciones a las tierras donde ubican.

“Exhortamos a las personas, como bien leen los rótulos y se ha mencionado en ocasiones anteriores, que no expongan su seguridad física haciendo uso no autorizado de los cuerpos de agua artificiales, ni de la infraestructura de acceso de la AEE en nuestros sistemas hidroeléctricos y de riego”, solicitó la AEE.

Asimismo, Adams mencionó que tan reciente como el año pasado un turista, proveniente de España, se cayó mientras caminaba por el sendero hacia la piscina natural, se rompió la cadera y requirió de un rescate de emergencia en horas de la noche.

“En el pasado, las personas han muerto debido a caídas, ahogamientos, inundaciones repentinas, etc. La gente local (residentes de Naguabo) entiende el peligro de inundación repentina, pero las personas de otras partes de la isla o de fuera de Puerto Rico, a menudo y sin saberlo, se ponen en una situación peligrosa”, resaltó Adams.

“La geografía es particularmente problemática, porque por encima de la piscina infinita hay una cuenca muy grande, si hay lluvia proveniente del norte, no se puede ver y sin saberlo puede estar en el camino de una inundación repentina sin mucha advertencia”, subrayó.

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