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Agricultura favorece aumentar a $3.62 el incentivo salarial agrícola

San Juan (23 de marzo de 2021) El Departamento de Agricultura favorece aumentar de $2.72 a $3.62 el incentivo salarial agrícola con el fin de elevar el salario mínimo agrícola local a $7.25, lo que implica que el incentivo salarial pagaría el 50% del salario de los trabajadores agrícolas, los cuales reciben como paga por su labor el salario mínimo federal y no el salario mínimo agrícola local, que asciende a $5.25.

El secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, reveló que favorece aumentar la aportación del incentivo salarial, que actualmente es objeto de evaluación en el Senado, donde se han radicado dos medidas para modificar la manera como se concede el mismo. Actualmente, el incentivo salarial es otorgado según el monto de la producción.

“Hay que atemperar a $7.25 (el mínimo federal). O sea $3.62”, indicó González Beiró, en una escueta respuesta a preguntas de EyBoricua.com.

Las preguntas al secretario de Agricultura surgen en el contexto de que la Comisión de Desarrollo Económico, Servicios Esenciales y Asuntos del Consumidor del Senado examina los proyectos del Senado 64 y 197.

El proyecto del Senado 64, radicado por la senadora Marially González Huertas, pretende enmendar el Código de Incentivos, con el fin de que se conceda el incentivo agrícola según la extensión del terreno cultivado.

Mientras que el proyecto del Senado 197, presentado por los senadores Joanne Rodríguez Veve y Ramón Ruiz Nieves, propone que se reinstale el criterio de horas trabajadas por los obreros agrícolas para conceder el subsidio salarial.

González Beiró favorece el proyecto del Senado 197 porque su aprobación implicaría incorporar el criterio de horas trabajadas para otorgar el subsidio salarial, que es el criterio que tradicionalmente se ha utilizado para conceder la ayuda a los agricultores.

No obstante, a partir del 2019, el Departamento de Agricultura, que es la agencia rectora y con conocimiento del sector agrícola, terminó como un ente asesor del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), que es la agencia a quien se le transfirió la responsabilidad de autorizar todos los incentivos que provee el gobierno al sector privado.

El pasado cuatrienio y por solicitud de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), todos los incentivos fueron evaluados para garantizar que la ayuda logre el efecto deseado. Además, los incentivos fueron agrupados en el llamado Código de Incentivos, incluyendo los incentivos que tradicionalmente ofrecía Agricultura. Además, la JSF y el DDEC eliminaron el criterio del criterio de horas trabajadas para otorgar el subsidio salarial agrícola y lo sustituyeron por el criterio de producción.

La propuesta del secretario de Agricultura para aumentar de $2.72 a $3.62 el incentivo salarial agrícola requiere incrementar la partida presupuestaria para el incentivo de $30 millones a $40 millones, según reveló el presidente de la Asociación de Agricultores (AA), Héctor Cordero Toledo.

“Ese aumento en la partida del incentivo se incluyó en el presupuesto de Agricultura. Habrá que ver si la aprueban”, dijo Cordero, quien explicó que el objetivo de la iniciativa es eliminar el salario agrícola local para que lo sustituya el salario mínimo federal. “Al subir el incentivo de $2.72 a $3.62 por hora lo que buscamos es que el incentivo alcance el 50% del salario mínimo federal. Si el salario mínimo federal sube a $8.00, pues el incentivo tendría que aumentar a $4”, sostuvo Cordero.

Sobre este aspecto, Cordero indicó que el pago por hora en las fincas actualmente es de $7.25 y no el salario mínimo agrícola local de $5.25 por hora.

“Lo que se busca es aliviar la carga de agricultor, que ya está pagando $7.25 por hora y más. El salario agrícola local debe desaparecer. La gente no quiere el trabajo agrícola, imagínate si pagáramos $5.25”, indicó Cordero, quien también ha favorecido que los trabajadores agrícolas reciban la ayuda del Programa de Asistencia Nutricional y de la Tarjeta de Salud del gobierno, sin ningún tipo de condiciones o penalidades, con el fin de estimular que más trabajadores ingresen al sector agrícola.

De hecho, en la actualidad la agricultura enfrenta un grave déficit de mano de obra que ha provocado que González Beiró considere la posibilidad de promover la importación de trabajadores agrícolas desde otros países del Caribe y de Suramérica.

Cordero indicó que la sustitución del criterio de horas trabajadas por el criterio de producción fue un cambio adverso para las fincas pequeñas que tenían una amplia plantilla de trabajadores y benefició a las fincas de grandes de más de 500 cuerdas con una plantilla pequeña de trabajadores y sistemas de siembra y cosecha mecanizados.

Incluso, se ha indicado que la modificación para conceder el incentivo salarial por producción pudo causar el cierre de cientos de fincas pequeñas y el aumento en cuerdas de terreno de las grandes fincas agrícolas de gran producción.

Por su parte, el ex secretario de Agricultura, Carlos Flores, respaldó que se aumente la cantidad de incentivo salarial, pero advirtió que se debe conservar el criterio de producción que es favorecido por la JSF.

Flores sostuvo que regresar al criterio de hora trabajada causará la oposición tenaz de JSF, debido a que un estudio que se realizó en el 2018 concluyó que el incentivo salarial agrícola tenía la tasa más baja en el retorno de inversión de los incentivos provistos por el gobierno al sector privado.

“El retorno de inversión del incentivo salarial agrícola por hora trabajada es de 19 centavos, según el estudio del 2018. Ese estudio también concluyó que el criterio de producción, que se usa para los sectores de pollo, huevo y leche, tiene un retorno de inversión de 80 centavos. Eso quiere decir que cada dólar invertido por el gobierno había un estímulo a la producción y ese rendimiento se estimó en 80 centavos de cada dólar. En el caso del incentivo por hora trabajada, el dólar que invirtió el gobierno no se tradujo en un aumento en la producción de las fincas y su rendimiento estaba en 19 centavos, muy debajo de los 80 centavos que se estableció como mínimo. Todo incentivo con un retorno por debajo de 80 centavos fue eliminado”, dijo Flores.

Explicó que reinstalar el criterio de hora trabajada requerirá la contratación de inspectores para verificar que los agricultores han realizado reclamos reales de horas trabajadas por sus obreros, lo cual causará una necesidad presupuestaria de más de $3 millones. “Ese aumento en la nómina la JSF no lo aprobará y si lo acepta, pedirá que le indiques de dónde saldrán los chavos o de dónde se va a cortar en el presupuesto para garantizar esa partida. Yo creo que le están estimulando falsas expectativas a los agricultores. Estas medidas son una distracción”, indicó Flores.

Pero Cordero expresó su disposición para acudir ante la JSF y explicar los beneficios de reinstalar el criterio de hora trabajada. “Hay que explicarles cómo beneficia este incentivo a las fincas pequeñas que tienen muchos trabajadores”, dijo Cordero.

Sobre este aspecto, EyBoricua.com le cuestionó a González Beiró si se ha comunicado con la JSF o si dialogará con el organismo federal en relación a su intención de restablecer el incentivo salarial por hora trabajada.

“Por ahora no voy a comentar”, respondió el secretario.

Por Miguel Díaz Román


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