Por primera vez desde 2003, este año se realizará un estudio de caracterización de los desperdicios sólidos en la isla, una herramienta clave para determinar los componentes principales de la basura y diseñar estrategias que eviten su generación y eventual disposición.

Se trata, además, de un esfuerzo para aliviar la carga sobre los vertederos, que recibieron enormes cantidades de residuos tras el paso de los huracanes Irma y María, en septiembre de 2017, lo que potencialmente acortó su vida útil.

El estudio será liderado por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), al que fue fusionada la Autoridad de Desperdicios Sólidos. La Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés) también colaborará.

La secretaria del DRNA, Tania Vázquez, informó que la EPA aprobó $40 millones para atender asuntos de desperdicios sólidos a nivel local, incluido el estudio de caracterización.

“El estudio de caracterización está previsto para este año. Ya estamos en conversación con la EPA para trabajar sobre la propuesta del plan. El estudio nos ayudará a tomar decisiones de manejo adecuado”, destacó Vázquez.

El análisis de caracterización de 2003 estimó que, en los 31 vertederos que había entonces, se depositaban 69,211 toneladas de basura semanalmente. De esa cantidad, 18.7% eran residuos de construcción y demolición, 71.5% eran residuos sólidos municipales (basura doméstica) y el restante 9% eran residuos especiales, de jardinería y automóviles.

Se estimó, asimismo, que los puertorriqueños generaban 3.1 libras de basura al día.

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