Por: Sara Rosario Blanco,
Oficial de proyecto
Los proyectos de ciencia ciudadana de Para la Naturaleza comenzaron formalmente en el año 2008 en la Reserva Natural Hacienda La Esperanza. Actualmente la región cuenta con siete eventos de ciencia ciudadana en dos de sus áreas naturales protegidas.
Uno de estos es bajo el programa de Mapa de Vida. Actualmente, Para la Naturaleza realiza actividades de monitoreo enfocadas en levantar datos que apoyen a determinar la efectividad de las estrategias de conservación en espacios agrícolas y ganaderos a través de Puerto Rico. Esta iniciativa ha sido subvencionada a través de dos acuerdos: el primero con el Servicio Forestal de los Estados Unidos a través del proyecto de Joint Chief Landscape Initiative, y el segundo, con el Servicio de Conservación de Recursos Naturales del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (NRCS, por sus siglas en inglés).
Hemos contado con el apoyo de un gran grupo de voluntarios “entrega’os” y les compartimos la experiencia de ocho voluntarios que han sido parte del proyecto.
He tenido la gran oportunidad de participar en el Proyecto de Mapa de Vida desde las perspectivas de voluntaria y actualmente como Oficial de Proyecto. En ambas funciones el aprendizaje ha sido extraordinario y he aprendido sobre todo a observar con detalle lo que me rodea y a disfrutarlo a plenitud. También he compartido con excelentes personas, de diferentes generaciones muy comprometidas con su labor voluntaria. Pudimos visitar fincas que nos ofrecieron paisajes y experiencias maravillosas.
Fue una experiencia enriquecedora en todos los aspectos, y que sobre todo, uno trabaja, aprende y se divierte a la misma vez admirando la naturaleza.
Dicha oportunidad ha despertado una curiosidad por entender y descubrir cuán maravilloso es nuestro planeta. Me enseñó a valorar, respetar, y admirar, la labor de los que trabajan la tierra.
Esta es una experiencia inolvidable que muchas personas deberían tener para que así puedan disfrutar de la aventura y aprender simultáneamente de lo que se encuentra en nuestra isla; fauna, flora, agronomía, geografía, y de las sorpresas que se podrán observar a lo largo del proyecto.
Aprendí a identificar la vocalización del tordo lustroso y el jilguero y también aprendí algunas características específicas de los diferentes zumbadores para poder identificarlos con más precisión y rapidez.
Aprendí a ser más diligente, sigo aprendiendo a ser responsable y a seguir estudiando.
Reafirmé mi compromiso con nuestra biodiversidad y me sumé nuevas amistades que compartimos la misma pasión por las aves y la naturaleza.
El intercambiar pensamientos y conocimientos con los dueños de las fincas me dió una visión más amplia del estado actual de la agricultura local.
A partir de estas experiencias es inevitable salir o estar en lugares donde haya vegetación y comenzar a observar.