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¿Cómo la pandemia cambió el proceso de reforestación en Puerto Rico?

La pandemia del COVID-19 tomó al mundo por sorpresa, arrasando a todo aquel que no se protegiera ante él y, en definitiva, la forma en la que se vivía antes nunca será la misma. ¿En qué quedaron los recursos naturales y viveros? Ahmed Pérez, Superintendente de Reforestación de Para la Naturaleza actualizó el estado de la organización y cómo esta pandemia cambió el proceso esencial de la reforestación en Puerto Rico.

Pérez se encarga de manejar y mantener los viveros de Para La Naturaleza y dirige su Unidad de Reforestación. Los viveros se encargan de fortalecer el proceso de crecimiento de una semilla y plántula siendo importantes para el desarrollo de sus árboles en unos cinco años. Luego del huracán María en el 2017, estos cinco viveros fueron afectados y la reforestación se volvió prioridad para la organización. Pérez, quien contribuyó en la reparación de los viveros tras el paso del fenómeno atmosférico, actualmente ayuda a la reforestación y siembra de árboles en la isla.

El vivero suele imitar el ambiente de un bosque para que las plántulas crezcan como en sus hogares, teniendo un ambiente húmedo, adecuado y saludable. Sin embargo, estos viveros no funcionan sin ayuda de un personal asignado, quienes en este caso son la Unidad de Reforestación. Existen cinco viveros entre las facilidades de Para La Naturaleza, cada uno con su unidad, encargada de manejar y mantener esos viveros de cinco a seis días a la semana. En un tiempo ordinario, esta unidad contaba con la ayuda del voluntariado, entre otros miembros de la comunidad. 

Sin embargo, en estos tiempos, el programa de voluntarios se tuvo que pausar para no arriesgar la salud de la comunidad, aunque esto no detuvo los trabajos de las comunidades. En junio, líderes de las comunidades y voluntarios líderes comenzaron sus labores selectivamente. Tras las restricciones que siguieron el “lockdown” en Puerto Rico, solo permitían personas establecidas de antemano y de seis personas que normalmente se les asignaba un vivero, solo podían asistir de dos a tres. Estos seguían un protocolo estricto y se practicaba un distanciamiento social, solo trabajando en lugares ampliamente abiertos.

Primero se encargaron de acondicionar los viveros, ya que muchos se habían dereriorado tras la falta de contacto que se les daba en un día común. Luego se dedicaron a mantener las siembra que ya tenían, igualmente acondicionándolas tras la ausencia de personal en su proceso de desarrollo. Ahmed cuenta que el trabajo se convirtió en uno más fuerte ya que todos debían trabajar solos, cada uno haciéndose cargo de sus responsabilidades. Sin embargo, ya habiendo recuperado las siembras, siguen sembrando árboles en sus facilidades con sus respectivas unidades en función completa. Sigue habiendo protocolos de salud, pero encontraron la manera de aumentar el personal sin arriesgar la salud de nadie y de tal manera proseguir con la reforestación del país.

¿Qué es lo próximo para estos viveros? Actualmente, la Unidad de Reforestación continua produciendo árboles el cual incluye árboles frutales nativos. De esta forma se trabaja con las comunidades aledañas a las siembras para tener una fuente de alimento en caso de una emergencia. Están sembrando árboles nativos para que no se pierdan y no se olviden, tales como el de Mamey. Igualmente seguirán produciendo su propia composta de “mulch”, la cual salvaron de ir a un vertedero y siguen en la producción de su propio sustrato. Por último, se siguen moviendo al uso de materiales más biodegradable al momento de la siembra ya que ayuda a la conservación del planeta y es más saludable para las plantas.

Al momento sus oficinas permanecen cerradas para el público, pero esperan abrir para el 2021. Ahmed, nos invita a acezar la página web https://www.paralanaturaleza.org/ ; síguelos en Instagram @paralanaturaleza y búscalos en Facebook @ParaLaNaturaleza. 

¡Motívate, no te rindas y cree en un Puerto Rico verde!

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