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Día del planeta Tierra

Recientemente, con el pretexto de refrescarme y aliviarme del encierro de la cuarentena, bajé al río Espíritu Santo, que queda a pasos de mi casa. Mi misión era refrescarme, tener contacto con la naturaleza, y con suerte encontrar un petroglifo. En mi travesía de roca en roca, y de meandro en meandro, vi algo que parecía una serpiente navegando la corriente. Siendo conocedor de los reptiles de Puerto Rico, me pareció muy extraño, pues nuestras culebras no son muy acuáticas. Tras mirar con mayor detenimiento me percaté que no era una serpiente, si no una anguila. Era una anguila americana, Anguilla rostrata, uno de varios peces migratorios que habitan los ríos y quebradas de Puerto Rico. Biólogo a fin de cuenta, casi no me podía contener; una anguila en el río, ¡que brutal!

No es la primera vez que veo una anguila en los ríos alrededor del Yunque, pero si es la primera vez que veo una en este rio. Desafortunadamente, este río tiene mucho desarrollo desde su desembocadura hasta altitudes de 500 pies o más. Lo cruzan tres carreteras (como la número 3) y tiene varias represas y tomas de agua a lo largo de su curso. Esta anguila y otros animales migratorios como los camarones, se enfrentan con muchos obstáculos para poder completar sus ciclos de vida, tales como la sobre pesca, la degradación de sus hábitats, y las obstrucciones. La anguila americana nace en el mar y sube por los ríos y quebradas a través de su vida alimentándose de camarones, peces, insectos entre otros. Una vez alcanza su madurez reproductiva, regresa al mar a reproducirse. La conectividad entre los ríos y el mar es esencial para estos animales migratorios.

Quizá la calidad de agua mejoró o ya no existe un obstáculo, y esto permitió que la anguila lograra subir por el rio Espíritu Santo. Esta anguila me dejo con muchas preguntas y sobre todo me dejó con la lección que los ríos y por supuesto la naturaleza, siempre nos pueden sorprender con su vasta habilidad de adaptación.

Los exhorto a que visitemos con mayor frecuencia nuestros ríos, que los disfrutemos, protejamos, y siempre nos asombre su naturaleza cambiante, turbulenta, y rejuvenecedora.

¡Feliz día del planeta tierra!

Carlos Andrés Rodríguez Gómez
Coordinador de EcodetourPara la Naturaleza

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