El hallazgo de una manatí asesinada ayer en la Reserva Nacional de Jobos en Salinas es una validación más de que el 20% de esta población de animales mamíferos y acuáticos fallece a consecuencia del impacto con embarcaciones por negligencia de los navegantes.
Así lo estableció el oceanógrafo y veterinario Antonio Mignucci-Giannoni, director del Centro de Conservación de Manatíes del Caribe, quien le expresó a El Nuevo Día que está preocupado y alarmado por las siete muertes de esta especie que se han reportado en la isla en lo que va de año por esta misma causa.
“Parece ser que con esto de la pandemia cada vez que se abrían las playas las personas salían a usar las embarcaciones y esto pues conllevaba posibles impactos con los manatíes. Ya vamos por el manatí número siete que muere por estas causas, según el Departamento de Recursos Naturales. Esa cifra de siete manatíes muertos en lo que va de año es elevada y preocupante”, manifestó el experto vía telefónica.
Mignucci-Giannoni urgió al gobierno central a retomar la discusión que se había iniciado para establecer zonas con prohibición de embarcaciones en aras de proteger la vida de los manatíes, especie que continúa en peligro de extinción.
Según el doctor, el porcentaje de mortandad de manatíes por golpe con embarcaciones va en aumento.
“Donde más estamos viendo actividad naútica es en áreas donde hay manatíes. Se ha estado hablando de hacer áreas de no entrada de botes en sitios más específicos, eso no se ha adelantado y se necesita reconsiderar para que se estipulen esas áreas”, aseveró.
De acuerdo con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), la necropsia al cuerpo de la manatí de unos ocho pies de largo encontrada ayer en Salinas reveló que el animal tenía un golpe en la aleta pectoral derecha, rotura a nivel de la axila derecha y dos costillas dislocadas que afectaron un pulmón.
El estudio forense concluyó, además, que todas las heridas fueron producto del impacto de lo que pudiera ser un bote o una motora acuática (jetski).
“Toda la bahía de jobos y los cayos de Salinas son áreas de manatíes. Los nautas mismos saben, porque ellos son los que se encuentran con los manatíes. No es por ignorancia (que mueren los manatíes), es por irresponsabilidad de navegar rápido en áreas que deberían ir despacio”, acotó Mignucci-Giannoni.
El experto detalló que las áreas con población de manatíes se extienden desde Dorado, a favor de las manecillas del reloj, en toda la isla hasta llegar a Mayagüez.
El último estimado de la población de manatíes en las costas de Puerto Rico establece que hay unos 500 animales de esta especie. Sin embargo, el Centro de Conservación de Manatíes espera completar el próximo mes un censo aéreo de las costas donde esperan que esa cifra cambie.
Otras áreas con alta población de manatíes son:
- Bahía de Guayanilla
- Bahía de Jobos, en Guayama y Salinas
- Guanajibo en Mayagüez
- Costas de Fajardo y Ceiba
- Costa de Río Grande
- Cayo Caracoles
- Base Naval Roosevelt Roads Ceiba donde salen las lanchas a Vieques y Culebra
- Isla Marina
- Laguna del Condado
“Si estás desde Dorado hasta Mayagüez y hay zona de mangles o vegetación debes estar con tu embarcación a una milla de distancia de la costa, porque en esa área debe haber manatíes.
Mignucci-Giannoni destacó, al tiempo, que la cifra de mortandad de manatíes estimada en Puerto Rico al año es de 12 a 15 ejemplares que pierden la vida en las costas de la isla. Además, en el 2020 hubo cinco varamientos de manatíes de los que cuatro murieron y uno se pudo recuperar con vida.
Mientras, media docena de manatíes cachorros también pierde la vida al año.
Actualmente, el Centro de Conservación de Manatíes del Caribe, manejado por la Universidad Interamericana de Puerto Rico, mantiene a cuatro manatíes cachorros bajo su atención para, una vez maduren, devolverlos al medioambiente.
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