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Las líderes indígenas Leydy Pech y Nemonte Nenquimo, Premio Medioambiental Goldman 2020

La lucha de la líder maya Leydy Pech contra los cultivos de soja transgénica de la multinacional Monsanto en el sureste mexicano la han llevado a ser galardonada con el Premio Goldman, considerado el “Nobel de Medioambiente”. Junto a ella, también ha recibido el premio la ecuatoriana Nemonte Nenquimo, líder de la nacionalidad indígena waorani, que encabezó una histórica acción judicial por la que consiguió frenar la concesión de una parte del territorio de su comunidad a una petrolera.

El Premio Medioambiental Goldman 2020 (Goldman Environmental Prize) se entrega anualmente a defensores de la naturaleza y el medioambiente, y este año también lo han recibido Kristal Ambrose (Bahamas), Paul Sein Twa (Myanmar), Lucie Pinson (Francia) y Chibeze Ezekiel (Ghana)

La batalla de Leydy Pech contra la soja transgénica de Monsanto

Pech, la apicultura de 55 años originaria de Hopelchén, consiguió en 2017 que el Gobierno mexicano revocara los permisos concedidos en 2012 al gigante de la agricultura tras cinco años de lucha junto a su comunidad.

“Eso nos da una enorme satisfacción como pueblo indígena. Hicimos un gran paso de resistencia para nuestra tierra y para nuestros bosques”, cuenta la líder maya en el video de presentación del Premio Goldman, que ha distinguido a Pech en su categoría de Norteamérica.

La apicultora maya, según destaca el comunicado del premio, tiene “3.000 años de tradición” en la Península del Yucatán, donde vive y trabaja con sus abejas la activista distinguida.

Forma de vida en riesgo

En 2012, el Gobierno mexicano concedió a Monsanto un permiso para plantar soja transgénica en siete estados, licencias que se otorgaron “ilegalmente”, según Goldman.

“México tiene un tratado internacional donde ha aceptado consultar a gente indígena cuando un proyecto los pone en riesgo. Cuando nos enteramos que el Gobierno había otorgado los permisos sin consultarnos, por supuesto decidimos presentar una demanda”, explica Pech.

La demanda surgió efecto en 2015, momento en el que la Suprema Corte mexicana suspendió los permisos hasta que no se llevara a cabo esa consulta, aunque “las dificultades acababan de empezar” porque la plantación y el vertido de pesticidas tóxicos “no se detuvo”.

“No sentí miedo porque como mujer maya sé que puedo luchar. Necesitaba mantenerme fuerte y mostrar fuerza a mis camaradas en las dificultades”, sostiene.

Entonces se iniciaron una serie de reuniones entre comunidades indígenas para tratar el asunto mientras se empezaban a dar enfermedades que podrían estar relacionadas con la soja y que ponían “en riesgo” la vida de los mayas.

“Los mayas estamos vivos y estamos luchando”

Finalmente, en septiembre de 2017 el Gobierno retiró los permisos gracias, detalla el fallo del premio, “a la persistencia de Pech y su coalición”.

Durante los años de operación de las plantaciones de Monsanto, la contaminación “no paró de crecer” y las abejas “estaban muriendo” por la tala de bosques y “por las fumigaciones aéreas”, enfatiza la líder.

Tras su victoria contra la multinacional, Pech y su comunidad no se detuvieron.

“Nos estamos organizando en nuestros pueblos, estamos volviendo a nuestro conocimiento. Y eso es lo que quiero decir al mundo: los mayas estamos vivos y los mayas estamos luchandoEs una lucha de vida“, ha expresado con firmeza.

El Premio Goldman, otorgado en San Francisco desde 1989, distingue cada año a líderes de seis regiones del mundo por su liderazgo y activismo ambiental, está dotado económicamente para ayudar en la causa de sus premiados.

Nemonte Nenquimo, líder indígena waorani

Por su parte Nenquimo, de 35 años y presidenta del pueblo waorani de la provincia de Pastaza Conconawep, en la región amazónica de Ecuador, recibe el premio por una histórica acción judicial, en junio de 2019, por la que consiguió frenar la concesión de una parte del territorio que consideran suyo a una petrolera.

Lo que le ha valido ser reconocida por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo y por la BBC como una de las 100 mujeres más inspiradoras.

“Pido a todas las sociedades que estamos viviendo en este planeta que nos escuchen y que nos unamos para trabajar, con ustedes podemos hacer cambios. No esperen que esta lucha sea solo para los pueblos indígenas“, ha afirmado la joven en una rueda de prensa tras recibir el premio.

Pueblos indígenas protectores de la naturaleza

Además, Nenquino ha pedido proteger a la “tierra madre”, porque “desde hace muchos siglos el mundo occidental está destruyendo y saqueando nuestros territorios”.

“Todo lo que saquean hacen a sus países grandes, pero a nosotros nos dejan una vida para morir”, ha considerado.

“Nosotros sabemos muy bien de cambio climático“, ha afirmado la líder indígena al reprochar las consecuencias de la industrialización y el extractivismo, y llamar a las sociedades de todo el mundo a “cuidar” a los pueblos indígenas como protectores de la naturaleza.

Su lucha, explica, “no es solo para el pueblo waorani o los pueblos indígenas”, es una lucha en la que “arriesgamos nuestra vida ante el Gobierno, ante el extractivismo, porque es una amenaza grande.”

Asentados en el oriente ecuatoriano, parte de sus comunidades viven en el parque nacional Yasuní, de las más biodiversas del planeta y, a la vez, ricas en petróleo en el país suramericano.

“Seguiremos defendiendo nuestro territorio, porque sin territorio no existe vida, la selva nos da todo. Al igual que ustedes en las ciudades ven una farmacia, el mercado, la ferretería, lo mismo nosotros en nuestra Amazonía, (allí está) todo lo que nos es necesario”.

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