A casi seis meses de que un fuego consumiera la planta recicladora de gomas Green Enterprises en Guánica, miles de neumáticos desechados permanecen allí acumulados a la intemperie y, debido a la emergencia del COVID-19, su remoción podría extenderse hasta agosto.
La situación tiene preocupados a vecinos del área y hasta al alcalde Santos Seda, pues temen que se convierta en un problema ambiental y de salud pública mayor, sobre todo ante un posible aumento en precipitación. Sin la debida protección, las llantas usadas acumulan agua y se convierten en el criadero predilecto de vectores como el mosquito Aedes aegypti, que transmite los virus del dengue, zika y chikungunya.
“Tenemos una preocupación legítima, porque esto puede tener consecuencias mayores. Viene la temporada de huracanes y lluvias, y esto se puede convertir en el epicentro de un brote de enfermedades”, dijo Seda a El Nuevo Día.
La planta recicladora se quemó el pasado 14 de noviembre. Debido a que operaba en una propiedad de la Compañía de Fomento Industrial de Puerto Rico (Pridco, en inglés), el alcalde responsabilizó a esa corporación pública por la lentitud en el recogido de las gomas.
“Quien tiene que recoger las gomas es Pridco. Es una estructura perteneciente a ellos. El Municipio de Guánica ha estado haciendo gestiones y solicitado la limpieza del lugar, y lo que nos han indicado es que Prido contrató a una compañía para eso”, relató Seda.
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