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Temporada 2 Episodio 3

El estado de los bosques a dos años de María​

A dos años del embate de los huracanes Irma y María, hay árboles que murieron por los fuertes vientos, y otros que luchan por sobrevivir.  

Humfredo Marcano Vega, quien trabaja para el Servicio Forestal Federal, se ha encargado de estudiar la mortandad de los árboles y la recuperación de los ecosistemas luego de Irma y María. Él trabaja para el Servicio Federal Forestal junto con un equipo de especialistas que realizan cada cinco años lo que se conoce como el Inventario forestal de Puerto Rico. 

El nuevo Inventario Forestal de Puerto Rico está próximo a ser publicado. Este documento es uno de los más esperados después de los huracanes ya que revela información significativa sobre el estado de los bosques y los ecosistemas del archipiélago.

Por ejemplo, sus investigaciones de campo han ayudado a determinar que, luego de los huracanes Irma y María el porciento de mortandad de los árboles aumentó considerablemente.  “Suena bajito, pero [el por ciento de mortandad actual] es mucho más alto que la mortalidad natural, que estaba alrededor de 3.5% según se había encontrado anualmente en Puerto Rico, previo al huracán.  [Esto quiere decir que] de cada 100 árboles, tres mueren naturalmente cada año. Por eso es relativamente bajo. Ahora se habla de un 10% [de mortandad] es decir que se triplicó [el porciento de mortandad]. Y si calculamos que en Puerto Rico había previo al huracán 400 mil millones de árboles, estamos hablando de que 140 millones de árboles murieron”, expresó Humfredo. 

Según la composición de cada ecosistema, desde las costas hasta las montañas, las pérdidas de árboles serán proporcionalmente distintas. El mayor efecto se percibe en las áreas costeras, especialmente, los manglares.

No obstante, el porcentaje de mortandad continuará variando ya que, de acuerdo con Humfredo hay muchos árboles con pocas ramas y hojas. Las hojas son las estructuras que mantienen con vida el tronco del árbol ya que realizan la fotosíntesis. Por consiguiente, se desconoce si estos árboles con troncos anchos, pocas ramas y follaje sobrevivirán.  

A pesar de este panorama, la naturaleza y su capacidad de resiliencia sigue sorprendiendo a los investigadores como Humberto. “Los bosques de Puerto Rico están ahora mismo en recuperación, en regeneración natural, después del impacto de los huracanes del 2017: Irma y María. Están regenerándose todavía. Cuando me preguntan en qué estado están, pues yo diría que están muy bien, sorprendentemente”, dijo Humfredo.  

No obstante, la recuperación no ha sido tan exitosa en los pueblos de Maunabo y Yabucoa, por donde entró el huracán María. “Esas sí son áreas que vamos a tener que pasar décadas para que los bosques se puedan regenerar naturalmente”, manifestó el investigador.  

 

Entrevistados:
Hilda Benítez
Eduardo Álvarez
Deborah Rodríguez Díaz
Publicado: 2020
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“Según la composición de cada ecosistema, desde las costas hasta las montañas, las pérdidas de árboles serán proporcionalmente distintas. El mayor efecto se percibe en las áreas costeras, especialmente, los manglares.”

La relación de los humanos con la naturaleza se transformó significativamente con la llegada de la Revolución Industrial y la Ilustración en el siglo XVIII. La idea del ser humano como parte de la naturaleza se disipó. Desde entonces, muchas personas han visto el mundo natural como un medio para conseguir recursos indispensables para la supervivencia de las personas.

Pero, según Anayra Santory, profesora de filosofía en la Universidad de Puerto Rico y directora de la División Editorial y de Comunicaciones Para la Naturaleza, debido a la crisis climática que enfrentamos, “la naturaleza empieza a jugar un rol protagónico en nuestras vidas ya no solamente

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