El retiro del endoso al proyecto de Energy Answers no implica que la incineración ya no es parte de la política pública del gobernador Ricardo Rosselló para el manejo de desperdicios sólidos y la producción de energía.

“Cada proyecto se va a evaluar en sus méritos de impacto a la economía, sociedad y ambiente”, declaró Rosselló a El Nuevo Día.

El 10 de febrero, el gobernador anunció que la incineradora que Energy Answers propone para Arecibo “dejó de ser compatible con las metas y la nueva realidad de Puerto Rico, por lo que ya no será parte de los objetivos de la transformación de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE)”. También atribuyó su decisión al paso de los huracanes Irma y María.

Pero, cuando este diario le preguntó si su anuncio significaba el fin de la incineración bajo su mandato, no fue categórico.

Tampoco respondió si el proyecto de Energy Answers sería reconsiderado si la empresa lo modifica, ni precisó cuáles serían los términos y condiciones que estaría dispuesto a aceptar. Tal como se propuso, la incineradora de Arecibo procesaría 2,100 toneladas de basura al día para generar 80 megavatios.

“Hay un plan de transformación para la AEE y no sería responsable comprometerse con un proyecto de ese tipo (Energy Answers) en esta etapa”, se limitó a decir.

Estado vigente

Tan pronto juramentó en enero de 2017, Rosselló firmó una orden ejecutiva para declarar un estado de emergencia en torno a la infraestructura de la isla y activar un proceso expedito para el desarrollo de proyectos, incluyendo los de “waste to energy”.

A nivel local, la incineración está reconocida en el Itinerario Dinámico de Proyectos de Infraestructura de Residuos Sólidos, elaborado en 2008 por la Autoridad de Desperdicios Sólidos (ADS). De hecho, el documento propone dos incineradoras.

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