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Se duplican los botes y los ‘jet ski’ en la isla

El encierro causado por la pandemia del COVID-19 desató en Puerto Rico un nuevo auge por las embarcaciones y las motoras acuáticas, que ha provocado escasez en el mercado y marinas llenas a capacidad.

También ha ocasionado que personas que suelen vivir en embarcaciones y navegan por aguas internacionales hayan seleccionado a la Isla como lugar predilecto para pasar largas temporadas, según se detectó durante un censo realizado por Primera Hora con líderes de la industria.

Tras haberse duplicado el número de embarcaciones en aguas boricuas en menos de un año, la mayor preocupación que tiene el secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Rafael Machargo, es que en lo que va del año ya han muerto nueve manatíes.

“Hay que navegar de forma responsable, porque compartimos los cuerpos de agua con otros seres vivientes, como los manatíes, y ha habido nueve muertes de manatíes. Se están dando los cursos (de navegación), se dio de forma virtual, pero de toda manera hay que recalcar que las áreas donde frecuentan los manatíes hay que manejar despacio, porque son unos animales que nadan lento y no pueden esquivar a una embarcación que va a alta velocidad”, destacó el funcionario.

Cifras provistas por el comisionado de Navegación del DRNA, Luis Márquez Ruiz, estipulan que entre enero al 1 de julio de 2021 habían inscritas en la Isla sobre 70,000 embarcaciones.

Detalló que, en esa fecha, unas 12,114 embarcaciones, que incluyen motoras acuáticas, habían comprado un nuevo marbete. La cifra del pasado año 2020, durante igual periodo, establece que solo obtuvieron su marbete unas 4,995 embarcaciones.

Los marbetes cuestan entre $25 hasta $400, dependiendo el tamaño de la embarcación, dijo el funcionario.

Entretanto, las transacciones para inscribir, traspasar o adquirir un número de tablilla también se duplicaron en los primeros seis meses de este año. La cifra alcanzó las 16,800 transacciones, mientras en el 2020 se dieron en igual periodo unas 7,800, informó Márquez Ruiz.

El funcionario dijo que, aunque se han registrado muchas embarcaciones nuevas, también durante la pandemia se ha dado el fenómeno de que se han renovado marbetes que por años estuvieron inactivos.

“Aquí hay renovación de 2013, 2014, debido al boom pandemia y ayudas federales la gente se motivó a renovar marbetes vencidos hace cinco a seis años”, dijo.

Pese a que estos números estadísticos del DRNA se han duplicado, son muchas más las embarcaciones que están en lista de espera por obtener su marbete o registración. Uno de los principales vendedores de la Isla, Wally Castro, de Wally Castro Marine, comentó que cuando solicitan una cita para realizar las transacciones tienen que esperar hasta tres meses.

“Ellos estuvieron cerrados cuando estuvo la pandemia. Hay un sin número de botes que no están inscritos, porque ellos no dan abasto. Un bote entregando hoy, las citas se las dan para tres meses”, comentó.

Como medida para atender la situación, el DRNA ha extendido ya en dos ocasiones la vigencia de los marbetes que deben comprar los nautas. La última está vigente hasta el 31 de julio.

Se espera que, ahora que se han liberalizado las restricciones del COVID-19, se aumente la cantidad de personas que atienden diariamente para disminuir este tiempo de espera.

Predilectas las motoras acuáticas

Aunque el DRNA no tiene estadísticas específicas sobre el tipo de embarcación que más registraciones ha tenido en esta temporada pandémica, Márquez Ruiz destacó que ha observado en este año que “el incremento ha sido más bien de motoras acuáticas”. Estas también requieren tener una registración en el DRNA y un marbete.

En términos de embarcaciones de motor, los administradores de las marinas entrevistados coincidieron que las lanchas de motor de entre 18 a 40 pies de eslora son las que más se ven en este nuevo auge por navegar.

Pese a que el DRNA estipula que hay un registro mayor de motoras acuáticas, son los accidentes provocados por embarcaciones de gran tamaño las que han causado la muerte de manatíes. El comisionado de Navegación puntualizó que “las muertes han sido mayor por embarcaciones más grandes que los jet ski”.

Comentó que han reforzado las boyas y anuncios en las áreas donde se encuentran los manatíes, principalmente en las playas de Salinas, pero “muchos nautas no respetan las leyes de nosotros”.

El funcionario indicó que han aumentado las intervenciones de los agentes del Cuerpo de Vigilantes, los cuales expiden multas entre $50 a $2,000 por infracción.

La cantidad de multas emitidas en este año no fue provista por el DRNA.

Por otro lado, Márquez Ruiz también pidió que los nautas tengan disponibles salvavidas y que tengan precaución con el consumo de alcohol.

“Tenemos que tener un balance”, requirió.

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