La emergencia por el brote del coronavirus COVID-19 conlleva una dificultad diferente para las personas sin hogar, quienes han visto mermada las ayudas económicas y la distribución de alimentos que normalmente reciben.

A esas necesidades básicas, se suma la falta de un albergue para pasar la pandemia o aislarse en caso de presentar síntomas, una gestión en la que trabajan algunas organizaciones sin fines de lucro, según contaron los directivos consultados por este diario.

“La preocupación de parte de los participantes y nuestra es si uno de ellos muestra síntomas, que no sean graves, ¿adónde se van a ir a pasar la cuarentena? Es la pregunta que le hemos hecho al gobierno”, comentó la directora de servicios de La Fondita de Jesús, Geraldine Bayrón.

Según Bayrón, la necesidad primordial de esta población en este momento histórico es que se identifique un lugar donde se puedan ubicar las personas sin techo, quienes exhiban síntomas asociados al coronavirus, como fiebre, tos seca o dificultad para respirar.

La gobernadora firmó el 17 de marzo, la orden ejecutiva 2020-25, con el propósito de ordenar al secretario de la Familia a establecer centros de asistencia para las personas sin hogar. En coordinación con el Departamento de Salud y de la Vivienda, se debía establecer también el protocolo de atención médica para quienes tengan síntomas del coronavirus COVID-19.

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