Según la organización American Forests, cualquier árbol –endémico, nativo o introducido– puede ser un campeón, siempre que presente tres características básicas:
- Un tronco rígido con una circunferencia mínima de tres pulgadas a la altura de 4.5 pies sobre el nivel del suelo.
- Una copa definida de ramas.
- Una altura de al menos 13 pies.