Un asombroso lago con aguas turquesas y cristalinas en Rusia, parece ser el lugar perfecto para que los visitantes tomen fotos o vídeos de ese paisaje. Sin embargo, ese destino esconde un peligroso secreto.

Situado en Novosibirsk, la tercera ciudad más grande de ese país, las autoridades de Sibberian Generating Company, una central térmica cercana, advirtieron a las personas que se acercan a ese lago, que el agua es nociva para la piel y el fondo arenoso muy peligroso para los bañistas.

“No nade en ese vertedero toxico”, apuntó la empresa en la red social rusa VKontakte, que además señaló que “el agua era altamente alcalina debido a la disolución de las sales de calcio y otros óxidos metálicos”.

Y es que el color turquesa del agua, que es lo que en realidad atrae a las personas a visitar el lugar, es el resultado de una reacción química de los desechos de esa planta de energía, sales de calcio y óxidos de varios metales, por lo que tan solo con acercarse a esa zona podría causar alteraciones a la salud.

Así que más allá del resplandor de las aguas, que muchos admiran en Instagram, la tonalidad del lago se debe a una reacción química provocada por los residuos tóxicos y no por una cuestión natural.

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