Las Piedras – Desde su finca en el barrio Miraflores, la vista se extiende hasta las montañas mucho más allá de sus sembradíos de plátano, ñame, batata, yautía, yuca, recao, ajíes y muchos otros productos.

Genoveva Lozada Rodríguez siempre ha sido agricultora. De hecho, cuenta que fue la única de los 11 hermanos de su familia que siguió los pasos de su padre.

“Yo amo la agricultura, y me casé con un hombre al que también le gusta, así que hemos hecho muy buena pareja. Nacimos en la agricultura. Nos gusta producir alimento para Puerto Rico”, afirma la mujer de 64 años mientras recorre parte de las 15 cuerdas de terreno de su finca dedicadas al cultivo.

Desde hace un año, también, la pedreña se dedica a mostrarles el camino de la agricultura a otras mujeres a través de la organización Agroempresarias de Puerto Rico. Dicho organismo, se creó mediante la Ley 58 en el 2017 para promover la actividad comercial entre las mujeres dedicadas a ese sector económico.

“En los últimos Censos, llamó la atención la cantidad de mujeres que había en la agricultura, a quienes no se les atendía porque siempre las dejaban como detrás del esposo. Pero, “ha caído el telón” y, en poco más de un año, la organización que dirige ha otorgado 60 títulos de agroempresarias, “hay unas 300 inscritas (para tomar los talleres) y hay pendientes unas 1,000 mujeres”, indica Genoveva.

La organización ofrece talleres y seminarios sobre cultivos, producción y mercado, además de orientar a las mujeres sobre los procesos, leyes, requisitos e incentivos que tienen disponibles o que necesitan conocer para cumplir con las exigencias gubernamentales.

“Se encaminan para que salgan con su negocio. Las llevamos de la mano hasta convertirlas en agricultor bonafide”, señala la presidenta de las agroempresarias.

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