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Alcaldesa de Salinas presenta medidas para proteger población de manatíes

La alcaldesa de Salinas, Karilyn Bonilla, presentó este miércoles varias medidas adicionales para proteger la población de manatíes en la zona sur de Puerto Rico ante recientes muertes de estos animales por accidentes provocados por embarcaciones o naves acuáticas.

Ante ello, Bonilla explicó en un comunicado de prensa que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales instalará entre este miércoles y mañana, jueves, boyas y rótulos informativos en distintas áreas de la costa de Salinas.

La Reserva Nacional Bahía de Jobos en Salinas es una de las zonas de mayor prevalencia de estos mamíferos marinos en todo Puerto Rico.

Por ello, los manatíes corren mayor peligro de sufrir algún accidente por los usuarios de embarcaciones y naves acuáticas, tal y como ocurrió el 27 de mayo pasado, cuando una manatí de casi ocho pies de largo fue encontrada sin vida por personal técnico de la reserva.

“Los manatíes son animales bien apacibles y no se pueden defender ante el impacto de una embarcación. Los hay muy curiosos, que a veces se acercan a embarcaciones y hay que respetar la vida. La realidad es que su único depredador es el ser humano”, sostuvo.

“Es triste ver los casos en que han sido impactados por los motores de las embarcaciones y de ahí nuestro llamado”, añadió la alcaldesa.

El manatí es un mamífero marino que habita las costas y en las desembocaduras de los ríos que adulto puede llegar a medir un poco más de 3 metros (11 pies) de largo y pesar cerca de 500 kilogramos (1.100 libras).

En Puerto Rico sólo quedan entre 500 y 700 ejemplares, en peligro de extinción por la amenaza del hombre.

Por lo cual, Puerto Rico cuenta con el Centro de Conservación de Manatíes, en la Universidad Interamericana de Bayamón, el cual se ha convertido en centro de rescate de estos animales.

Bonilla señaló además que el 15 de julio del año pasado hubo que rescatar a un manatí que fue golpeado varias veces por la hélice de una embarcación en Salinas.

Ahí se descubrió que tenía un transmisor satelital, ya que había sido atendido previamente y hasta los especialistas del Centro lo habían nombrado como “Tuque”. 

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