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Aprobada la demolición del Hotel Cerromar

Poco antes de la pandemia por COVID-19, el programa de Patrimonio Histórico Edificado del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) aprobó la demolición del Hotel Cerromar, en Vega Alta, por entender que no es viable conservar la estructura histórica.

Así lo hizo saber el director del programa y conservacionista, Pablo Ojeda, a la administración entrante en las vistas de transición del gobierno, que se celebraron la semana pasada en el Centro de Bellas Artes de Santurce.

Pedir que restauraran eso era imposible. Hicimos un estudio nuestro. El Cerromar fue un momento de la historia turística, que ya no es viable, por la condición de los hormigones. Por tanto, se le aprobó (la demolición) antes de la pandemia”, expuso Ojeda a preguntas del exasesor de asuntos municipales, Omar Negrón Judice.

La Junta de Planificación había designado -en octubre de 2016- el edificio como sitio histórico tras una solicitud de emergencia que le hizo el Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas (CAAP). La estructura fue construida en 1971, como reflejo del movimiento modernista en Puerto Rico.

En el hotel, se celebró el concurso de Miss USA del 1972, en la primera ocasión en que se realizó fuera de los Estados Unidos continentales. Además, en 1976 se celebró una reunión del G -7, grupo al que pertenecían Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña y Canadá.

La demolición a cargo de la compañía desarrolladora DVR Cerromar Owner LLC estaba pautada para iniciar en 2016, pero con la oposición del CAAP y la designación como sitio histórico se detuvo. No es hasta ahora, que trasciende información adicional acerca de los planes de desarrollo en esa área.

Un desarrollador para el Normandie

Ojeda detalló, además, que el hotel Normandie, que lleva cerrado desde 2009, tiene un desarrollador interesado a quien el ICP le ha aprobado y endosado sus propuestas.

“El último desarrollador ya está muy en serio y estamos mano a mano con ellos… Ya nos han sometido dos anteproyectos que hemos aprobado y hemos endosado al actual interesado que tiene la opción de compra”, explicó.

Durante la vista, surgió interés de parte del comité de transición entrante nombrado por Pedro Pierluisi, quien ha sido certificado preliminarmente como gobernador electo, en dar agilidad a los permisos de desarrollos en zonas históricas y fomentar la conservación de edificios históricos mediante el arrendamiento y la venta a terceros.

El presidente del comité de transición entrante, Ramón Luis Rivera Cruz, planteó que “algunas de esas propiedades pudieran estar mejor mantenidas y cuidadas y permanecer para el disfrute de la gente, aunque en el proceso se privaticen”.

“Eso es viable, incluso aconsejable, en estas situaciones de escasez”, coincidió Ojeda, en alusión al uso de propiedades históricas para desarrollar hoteles que alojen a los turistas extranjeros. Una idea similar se planteaba para el antiguo Asilo de Beneficiencia, que sirve de sede al ICP, pero encontró la oposición de la comunidad artística.

Rivera Cruz advirtió que, si no se logra un acuerdo de reestructuración de deuda con los bonistas y se levanta la moratoria, “todos nuestros activos están en juego, incluyendo el edificio del ICP”, pues según dijo “tener un título de propiedad no me garantiza que la pueda proteger”.

De hecho, en la quiebra de la ciudad de Detroit, los bonistas Syncora y Financial Guaranty Insurance -que también son acreedores de la deuda de Puerto Rico- estaban reclamando que el Instituto de Arte de Detroit y su colección era un activo, que debía formar parte de la reestructuración de la deuda, ante la incapacidad de la ciudad para cumplir con el pago a sus deudores.

“Debemos tener cuidado que no nos acerquemos al caso de Detroit. Cuando Detroit se declara en quiebra, lo primero que hicieron los acreedores fue tasar la colección del museo de Detroit, la tasaron y casi la venden. Los mecenas del museo tuvieron que levantar fondos para proteger una de las colecciones más importantes de Estados Unidos”, alertó Ojeda.

El ICP le pidió a los jefes de agencias que enviaran el inventario de las edificaciones históricas, ante el reconocimiento de que incluso muchas de las escuelas cerradas son patrimoniales, pues se construyeron entre 1900 a 1930 y tienen gran valor arquitectónico. “No ha sido fructífero nuestro pedido a las agencias”, comentó Ojeda, quien mostró disposición a la venta y arrendamiento de algunas de las propiedades históricas.

“Nosotros queremos preservarlos. ¿De qué manera? Un uso privado, pero bajo ciertos parámetros”, expresó por su parte el director del ICP, Carlos Ruiz.

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