Menú

Ciudadanos Botánicos celebran su primer año de voluntariado

A 100 pies sobre el nivel del mar, más de 30 voluntarios del programa Hábitat se juntaron en Punta Guaniquilla para celebrar su primer aniversario como Ciudadanos Botánicos y recorrer la reserva natural ubicada en el municipio de Cabo Rojo.

Cuando se hicieron las 10:00 de la mañana, el grupo comenzó la caminata a través del bosque seco-subtropical con destino a la Laguna Guaniquilla. En el camino, los participantes paraban en pleno recorrido para poner a prueba lo aprendido durante semanas de entrenamientos y talleres. Entre los voluntarios, que se componían de niños, jóvenes y adultos mayores, se distribuían la tarea de nombrar las plantas endémicas que encontraban, reconocer los diferentes tipos de piedras calizas, distinguir insectos exóticos y atisbar unas cuantas aves migratorias.

Desde que los voluntarios comenzaron a tomar los talleres educativos como parte del programa Ciudadanos Botánicos hace un año atrás, estos aprendieron a identificar árboles, recolectar semillas, reforestar y sembrar huertos caseros y viveros según el ecosistema de la zona.

“En Ciudadanos Botánicos somos como una familia. Pero además de eso, aquí uno comienza a conocer las diferentes especies de árboles que uno se encuentra y a recolectar sus semillas. Además de conocer cómo sembrar y mantener un vivero o huerto casero”, dijo Luis Vélez, líder voluntario de 67 años. El arecibeño, quien lleva 10 años como voluntario de Para la Naturaleza, también cuenta con un huerto casero donde siembra aguacate, guineo, parcha, ñame y pana.

Según Iris Guadalupe, de 19 años y voluntaria en el huerto del Jardín Botánico de Río Piedras, además de adquirir conocimientos sobre siembra, reforestación y cosecha, los participantes de Ciudadanos Botánicos también aprenden técnicas variadas para dirigirse al público y manejar grandes grupos de voluntarios.

“Yo entro como voluntaria de Para la Naturaleza desde que estoy en noveno grado. Recuerdo que medíamos los árboles y hacíamos censos de aves. Tenía que hacer las horas verdes para mi escuela y aunque las terminé seguí como voluntaria en la organización. Pero desde que estoy en Ciudadanos Botánicos, he aprendido muchas cosas distintas. Desde cómo hablar en público hasta cómo manejar grupos grandes”, aseguró Guadalupe, estudiante de la Universidad de Puerto Rico.

Tan pronto Katherine Valentín entró al equipo de Ciudadanos Botánicos, junto a su esposo Anthony Pérez, encontró el espacio de distracción y meditación que tanto necesitaba para sobrellevar su cargada agenda laboral. Según confesó Valentín, de 47 años, necesitaba contacto directo con la naturaleza para equilibrar los fuertes días de trabajo como profesional de Sistemas de la Información.

“Los últimos meses hemos estado en el este apoyando una siembra en la base Roosevelt Roads para mantener el vivero de allí. También le dimos apoyo a las comunidades de la zona porque querían sembrar huertos en el vecindario. El equipo de Ciudadanos Botánicos les dio un taller y les dimos plantas adecuadas para el área como el roble, la malagueta y la eugenia”, sostuvo Valentín.

Además de ser una reserva natural de 500 cuerdas de terreno y de ecosistemas variados, Punta Guaniquilla cuenta con ocho zonas arqueológicas, áreas de karso y dos cuevas, una de ellas con hallazgos petrolíferos. 

“A la cueva más grande se le conoce como la Cueva Cofresí. Se le llama así porque a principios de los 1900, se estaban haciendo excavaciones y encontraron los restos del primo del pirata Cofresí que se había suicidado en la cueva. Encontraron sus restos con una nota”, explicó la intérprete ambiental de Para la Naturaleza, Marielisa Sabat Lafontaine.

Antes de que Para la Naturaleza adquiriera Punta Guaniquilla para el 1977, empresarios contemplaban desarrollar un proyecto de resort en la zona, el cual buscaban nombrar como “Punta Guaniquilla Resort” y estaría bajo el diseño del arquitecto alemán radicado en Puerto Rico, Henry Klumb. Sin embargo, no fue hasta el 2002 que el espacio logró designarse como reserva natural.

Al finalizar el recorrido, los voluntarios regresaron al punto de encuentro sobre los 100 pies sobre el mar, extendieron sus mantas sobre la grama y tuvieron un compartir de fin de año. Además de discutir los logros obtenidos en el 2019, también se les hizo entrega de un “tote bag” con herramientas y la camisa de Ciudadanos Botánicos para el año 2020 que se avecina. 

Entre los logros discutidos al culminar el evento, llevado a cabo el pasado domingo, resaltó una cifra total de 34,643 árboles sembrados entre las diferentes regiones de Para la Naturaleza. Además de sobre 16,621 en entregas de plantas y árboles a ciudadanos y participantes y 101 viveros producidos.

Si quieres formar parte de los Ciudadanos Botánicos para el próximo año 2020, comunícate con Para la Naturaleza al 787.722.5882, o visita www.pln.org

Contáctanos