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Comentarios de Para la Naturaleza al borrador del Bosquejo del Plan de Mitigación, Adaptación y Resiliencia al Cambio Climático en Puerto Rico 

Hon. Comité de Expertos y Asesores sobre Cambio Climático de Puerto Rico (CEACC)Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico 
Vista Pública

Hon. Comité de Expertos y Asesores sobre Cambio Climático de Puerto (CEACC)  

Reciban saludos cordiales de Para la Naturaleza. Somos una entidad privada sin fines de lucro que tiene como misión proteger los ecosistemas naturales y humanos de las islas de Puerto Rico e inspirar a las personas a actuar como custodios de la naturaleza y el patrimonio de nuestro País.  

Para la Naturaleza agrupa todos los proyectos e iniciativas del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico y maneja todas sus áreas naturales protegidas. Protegemos sobre 36,000 cuerdas de terreno de alto valor ecológico en las islas de Puerto Rico. También operamos cinco viveros de árboles nativos y cinco centros de visitantes.  

Comparecemos para brindar nuestro apoyo y dar recomendaciones al Borrador del Bosquejo del Plan de Mitigación, Adaptación y Resiliencia al Cambio Climático en Puerto Rico.  

En primer lugar, Para La Naturaleza reconoce la importancia que representa el desarrollo del Plan para la Mitigación, Adaptación y Resiliencia al Cambio Climático en nuestras Islas. Igualmente, reconocemos el esfuerzo y dedicación del Comité de Expertos y Asesores. Los efectos del cambio climático ya se evidencian a nivel global y regional. Las islas de Puerto Rico no están exentas de las amenazas. Nos corresponde plantearnos por qué es tan peligrosa la inacción ante este tema. Las razones son múltiples y todas de gran peso. Por tanto, es imperativo que, en términos de política pública, Puerto Rico continúe fortaleciendo su andamiaje jurídico con medidas que ayuden a mitigar nuestras vulnerabilidades ante el cambio climático. La creación de la Ley 33-2019 y la construcción del Plan son pasos en la dirección correcta.  

Durante los pasados 50 años, Para La Naturaleza, ha estado comprometida con la conservación y la preservación de terrenos de alto valor ecológico en las islas de Puerto Rico. Actualmente, continuamos trabajando para asegurar que el 33% de los ecosistemas naturales de Puerto Rico estén protegidos para el año 2033.  Nuestro trabajo se ha caracterizado por la colaboración con la ciudadanía, organizaciones ambientales y entidades gubernamentales.  

Parte de nuestra misión se concentra en contrarrestar patrones de desarrollo desmedido que puedan tener un impacto negativo sobre nuestros recursos naturales y la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Creemos en que el fortalecimiento de nuestros ecosistemas redunda en grandes beneficios para nuestro País, tales como: suelos fértiles, cuerpos de agua saludables, protecciones en contra de las inundaciones, entre otros.  

Rol de las organizaciones no gubernamentales  

Las organizaciones no gubernamentales, como Para La Naturaleza, juegan un rol crucial en el desarrollo de políticas públicas a través de sus iniciativas, programas e investigaciones. Se ha comprobado que el trabajo colaborativo con entidades no gubernamentales ayuda a enfrentar los retos sociales de manera más efectiva. Por ejemplo, luego del huracán María, muchos agricultores perdieron sus cosechas e infraestructura. El sistema alimentario de Puerto Rico es una de nuestras vulnerabilidades, ya que las islas importan el 85% de los alimentos que se consumen.  

En respuesta al reto que enfrentamos en el área de la seguridad alimentaria, Para La Naturaleza, creó una unidad de agroecología y apoyó a los agricultores a través de subvenciones para impulsar la producción local. El programa cuenta con sobre 150 agricultores en más de 1,500 hectáreas de terreno. Igualmente, lideramos 28 talleres para la comunidad en agricultura orgánica, permacultura y preservación de alimentos. La agroecología mantiene el carbono bajo tierra, promueve la biodiversidad y fortalece la sustentabilidad de todos los componentes del sistema alimentario. Este es uno de muchos ejemplos en donde organizaciones como Para La Naturaleza han ha atendido los retos que enfrenta el País.  

Por otro lado, en esta coyuntura histórica, tenemos la obligación de educar a nuestra ciudadanía sobre las consecuencias y desafíos que nos presenta el cambio climático. Las organizaciones ambientales tienen la capacidad de movilizar proyectos educativos accesibles a la comunidad que en gran medida ayudan a lograr la consecución de los objetivos del Plan. Por ejemplo, nuestra organización viene realizando iniciativas que promueven la participación del público en proyectos de ciencia ciudadana. Algunos de los proyectos voluntarios que se han desarrollado son: monitoreo de corales, esfuerzos para reducir la contaminación lumínica, reforestación, entre otros. Estos programas inciden en cómo percibimos la naturaleza y promueven la protección de nuestros recursos más preciados. Por tanto, recomendamos que se incluya en el Capítulo 6, Sección 6.11, un curso de acción que defina el rol de las organizaciones ambientales/no gubernamentales en los programas educativos relacionados al cambio climático.  

De la misma manera, en referencia al capítulo 9, Sección 9.3.1 del Borrador del Plan, Agencias y entidades responsables en la ejecución de la intervención, proponemos la participación de organizaciones no gubernamentales con interés en la implantación del Plan. En gran medida, la ejecución de los planes gubernamentales es dirigida por el Estado y sus instrumentalidades. Sin embargo, creemos en la colaboración con organizaciones de base comunitaria para una implantación más efectiva y completa. No debemos perder de perspectiva que los estragos del cambio climático varían por región. Por tanto, es fundamental abrirle las puertas a aquellas organizaciones y comunidades que quieran aportar al cómo, cuándo y dónde serán intervenidos sus espacios a causa del Plan. Por tanto, entendemos que la Sección 9.3.1 del Capítulo 9, debería ser más específica en cuanto al papel que juegan las comunidades y las organizaciones no gubernamentales en los procesos de implantación. 

Inclusión de los 17 objetivos y metas de Desarrollo Sostenible de la ONU 

El Cambio Climático es un fenómeno global que requiere esfuerzos a pequeña y gran escala para reducir sus impactos en la sociedad y el ambiente. Para que Puerto Rico se inserte a los esfuerzos internacionales en reducir los impactos del Cambio Climático, es importante que el Plan de Mitigación, Adaptación y Resiliencia al Cambio Climático, incluya explícitamente cuáles son los esfuerzos necesarios para cumplir con los 17 objetivos y metas de Desarrollo sostenible de la ONU. Estos objetivos, que han sido desarrollados desde el 2015, incluyen, pero no se limitan a: 

-Fin de la pobreza 
-Reducción de las desigualdades  
-Ciudades y comunidades sostenibles 
-Alianzas para lograr los objetivos 

Internacionalmente, se reconoce que el desarrollo sostenible debe ser una parte íntegra de los esfuerzos de resiliencia ya que permiten proteger el ambiente mientras se atienden las necesidades de diferentes sectores a través de un lente holístico. El desarrollo sostenible, es el desarrollo del ser humano en el planeta Tierra tomando en consideración el balance entre necesidades económicas, sociales y ambientales con el menor impacto ambiental posible. Por lo tanto, estudiar y adoptar las metas de desarrollo sostenible a la realidad local de Puerto Rico permite que nuestros esfuerzos vayan a la par con las tendencias globales de sostenibilidad. Para la Naturaleza recomienda que en el Capítulo 6 del plan, se incluyan cursos de acción que estén directamente ligadas a las metas de desarrollo sostenible. 

Justicia Social y Justicia Climática 

Aunque sus definiciones han variado a través de los años, la justicia ambiental en general es el trato justo de todas las personas respecto al desarrollo, implementación y aplicación de procesos y política pública ambiental.  La justicia ambiental surge como respuesta a que comunidades desventajas han identificado que existe una desigualdad, en otras palabras, una injusticia, en la distribución de las repercusiones y los beneficios en el manejo de los recursos naturales y los desperdicios. Algunos ejemplos de injusticias ambientales son: 

-Vertederos e incineradoras ubicadas en comunidades históricamente compuestas por personas negras, inmigrantes y/o empobrecidas. 
-Falta de accesibilidad para que personas con discapacidades tengan acceso a los beneficios de estar en espacios naturales. 
-Tala de árboles desmedidas en comunidades de bajos recursos 

La justicia ambiental surge como base para crear estrategias que distribuyan de forma justa las desventajas y beneficios del uso y manejo de los recursos de la tierra, independientemente de color, raza, nacionalidad, origen o ingreso económico.  

La Justicia Climática es una vertiente del movimiento de Justicia Ambiental que reconoce que las comunidades desventajadas y marginalizadas son quienes recibirían los impactos más severos del cambio climático. Existen estudios científicos, sociales, económicos y demográficos que evidencian y proyectan cómo las personas más vulnerables y en riesgo ante el cambio climático son aquellas que ya están bajo sistemas de injusticias sociales. Ejemplos de estas desigualdades incluyen, pero no se limitan a: 

-La exclusión de personas con discapacidades físicas en las rutas de desalojo ante tsunamis e inundaciones. 
-La carencia de apoyo a comunidades inmigrantes que viven en las costas. 
-El impacto de la brecha salarial en mujeres y madres solteras en su capacidad financiera de relocalizarse y/o adaptarse a los cambios en patrones de clima,   

Por lo tanto, la Justicia Climática se realiza a base de reconocer y realizar un conjunto de acciones que busca trabajar y aliviar de forma equitativa e inclusiva los efectos de las Injusticias Climáticas, Sociales y Ambientales. Teniendo en cuenta las diferencias entre Injusticia ambiental/Climática y Justicia ambiental/Climática entendemos y recomendamos que la Sección 4.11 del Capítulo 4 se debe titular Injusticias ambientales y climáticas. Los conceptos de justicia ambiental, social y climática son movimientos y estrategias para la remediación los impactos de las desigualdades antes mencionadas, pero el enfoque del Capítulo 4 en el bosquejo yace en la documentación de los impactos y no la remediación. 

Para propósitos del borrador, entendemos que los conceptos de Justicia Ambiental y Climática deben ser incluidos como sección independiente en el Capítulo 6, al igual que las metas de desarrollo sostenible. En adición, recomendamos que, para la redacción del borrador del Capítulo 4, Sección 4.11, se incluyan subsecciones que incluyan, pero no se limiten a: desigualdad por género, economía, racial, inmigración y discapacidad, y que dichas secciones incluyan documentación sobre las intersecciones de desigualdades.  

Otros contribuidores al Cambio Climático 

Por otro lado, la atención al cambio climático ha sido dirigida, y con razón, a las emisiones y concentraciones de Dióxido de Carbono en la atmósfera. Entendemos que es prioridad planificar cómo reduciremos y removeremos el CO2 de la atmósfera. Sin embargo, en Puerto Rico, desde el enfoque de política pública, se debe reconocer la frecuencia y cantidad de Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC) que se emiten en Puerto Rico, conocer sus efectos y explorar posibles medidas de mitigación.  

Los Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC) son agentes contaminantes cuyo tiempo de vida en la atmósfera es relativamente corto y tiene una influencia significativa en el calentamiento de la atmósfera. Hay una lista de 4 agentes que se les consideran como los mayores contribuidores al efecto del cambio climático después del CO2. Estos son: 

– Metano 

Su tiempo en la atmósfera es de 12 años y su impacto en el calentamiento es 86 veces más potente que el CO2 en un periodo de 20 años.  

-Carbono negro 

Se produce por la quema incompleta de combustibles fósiles, carbón y biomasa. Su tiempo de vida la atmósfera es de días a semanas y su impacto en el calentamiento es de 460-1,500 veces más fuerte que cada unida de masa de CO2. 

-Hidrofluorocarburos (HFCs) 

Son un conjunto de compuestos químicos no-naturales que se utilizan en la refrigeración como autos, neveras y aires acondicionados. Su tiempo en la atmósfera varía de compuesto en compuesto, pero su tiempo de vida promedio es de 15 años. El HFC más abundante en 3,790 veces más dañino al clima que el CO2 en un periodo de 20 años. Lamentablemente, su uso desregulado desde la última década proyecta que para el 2050, si no hay medidas de mitigación sean responsables del 12% del calentamiento global.  

-Ozono (troposférico) 

Es un agente que no se emite, sino que se forma por la reacción química de varios compuestos que prácticas antropogénicas emiten a la atmosfera. Su tiempo de vida la atmósfera es de horas a días. 


Para que tengan en perspectiva, el CO2 tiene una vida en la atmósfera de 100 a 1,000 años, dependiendo del proceso natural que lo remueva de la atmósfera, y su capacidad de calentar la atmósfera en altas concentraciones está mas que documentado y comprobado. 

Puerto Rico no tiene inventario nacional ni completo los CCVC, lo cual dificulta el proceso de conocer los riesgos regionales por la emisión de estos agentes. A nivel global y Latinoamericano, se ha estudiado y determinado que implementar estrategias de reducción de los CCVC en conjunto con medidas para reducir las emisiones de CO2, podrían mitigar a corto plazo los cambios en el clima. Esto se debe a que varios pronósticos demuestran cuan significativo es el rol de los CCVC en el calentamiento global (Figura 1). En la gráfica provista se muestra cómo, si globalmente sólo se implementan medidas de mitigación para el CO2, para el 2050 las temperaturas globales continuarán por encima de los 2˚C.  

Para la Naturaleza entiende que las medidas de mitigación para Puerto Rico deben integrar los riesgos de CCVC en combinación con el CO2. Además, recomendamos que los CCVS sean incluidos con su propia sección en el Capítulo 3 del plan y en el Capítulo 5 se desarrollen medidas de mitigación a corto y largo plazo que inclúyan los CCVC. (Información científica obtenida del Climate & Clean Air Coalition) 

Síntesis de Recomendaciones:  

-Incluir en el Capítulo 6, Sección 6.11: Curso de Acción que defina el rol de las organizaciones ambientales/no gubernamentales en los programas educativos relacionados al cambio climático.  

-Capítulo 9, Sección 9.3.1: Especificar el papel que juegan las comunidades y las organizaciones no gubernamentales en los procesos de implantación e intervención.  

-Capítulo 6: Se incluyan cursos de acción que estén directamente ligados a las metas de desarrollo sostenible  

-Capítulo 4, Sección 4.11: Debe titularse, “Injusticias ambientales y climáticas”  

-Los conceptos de Justicia Ambiental y Climática deben ser incluidos como sección independiente en el Capítulo 6, al igual que las metas de Desarrollo sostenible.  

 –Capítulo 4, Sección 4.11: Incluir subtemas sobre desigualdad por género, economía, racial, inmigración, discapacidad, entre otros; y que dichas secciones incluyan documentación sobre cómo se interrelacionan con la desigualdad.  

-Incluir una nueva Sección en Capítulo 3: Reconocer la frecuencia y cantidad de Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC) que se emiten en Puerto Rico.  

 –Las medidas de mitigación para Puerto Rico deben integrar los riesgos de CCVC en combinación con el CO2.  

Capítulo 5: Desarrollar cursos de acción a corto y largo plazo que incluyan los CCVC.  

Por último, hacemos un llamado a la continua colaboración con la academia, profesionales y expertos en todas las áreas relacionadas al cambio climático. De igual manera, aprovechamos para reiterar la importancia de la participación ciudadana en la gestión pública. Agradecemos la oportunidad para emitir comentarios y esperamos que la información aquí provista les sea útil.   

Cordialmente,  

Lcda. Neida Pumarejo Cintrón 

Directora de Conservación de Terrenos y Asesora Legal  

 

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