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Comerciantes en Las Croabas sobreviven sin mariscos

Comerciantes en Las Croabas

La pesca local en el área de Fajardo está paralizada y quienes más lo sufren son los negocios en el sector Las Croabas lo que supone un dolor de cabeza adicional a la falta de luz y la dependencia en gasolina para operar.

Como la mayoría de Fajardo, ese sector no cuenta con señal alguna para hacer llamadas a suplidores o solicitar asistencia a las agencias federales y locales que desde San Juan aseguran pueden proveer. Sin embargo, otros negocios desisten de la idea de solicitar ayuda, sea porque no la necesitan o porque no tienen tiempo para dedicar a esa gestión.

Carlos Martínez es uno de los pocos comerciantes cuyo kiosco, Carlos Seafood, agraciadamente se salvó de la devastación del huracán María. Pese a que el nombre de su establecimiento promueve mariscos, no es capaz de garantizar su frescura y por lo tanto ha optado por continuar a fuerza de la venta de frituras como pastelillos y arepas.

“Así por lo menos uno puede sobrevivir. Esto es para sobrevivir”, apuntó Martínez.

Tal como los otros seis negocios que están abiertos en esa zona y que NotiCel visitó, Carlos Seafood depende de una planta eléctrica para mantenerse operando. Esto, como también la falta de iluminación pública que pueda disuadir la criminalidad, los ha forzado a alterar su horario de cierre, adelantándolo a las 5 de la tarde.

Aun así, Martínez se ha mantenido positivo ante la adversidad, motivado principalmente por el bienestar de su esposa y sus dos hijas quienes dependen del negocio, que a su vez, depende del único generador que tiene y el cual gasta $20 diarios en gasolina para funcionar.

“Eso si, a la hora en punto que eso se daña, ahí yo creo que tenemos que hacer otra cosa”, dijo en tono preocupado.

“Bueno, yo no descarto nada. Porque vamos a ver como sigue esto corriendo, como sigue funcionando, porque ahora mismo tengo problemas en conseguir las cosas, pero como quiera con un poquito de dificultad, aunque sea un poquito de dificultad lo consigo. Tú sabes, no es como antes que era un poquito más fácil, pero si lo sigo consiguiendo así, sea con un poquito de dificultad seguimos abriendo”, añadió Martínez.

Ya en los predios del destrozado balneario Seven Seas ubica The House of Pastelillos. Parte del techo se desprendió, pero para su propietario, Evaristo Rivera, hay más problemas que soluciones disponibles.

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