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Del acabe al renacer: una cosecha 100% puertorriqueña

Traspasando las montañas entre neblina y unos pocos rayos de sol, comienza una jornada que desde el principio de nuestra historia ha luchado por su permanencia. Es la cosecha y recolección de nuestro preciado grano: el café. Por años, Puerto Rico se ha posicionado como uno de los países que ha cultivado el mejor café, además de que fuimos uno de los productores de café más grande de las América.

 La granizada es la temporada de más difícil recolección del grano de café, porque es donde el árbol no ha madurado en su totalidad y hay que seleccionar con mucho cuidado el grano maduro para que no se pierda.

A cuatro años del paso del huracán María, Puerto Rico celebra hoy la primera gran cosecha de café desde ese destructor evento. El número de fincas asciende a más de 2,000 y se han renovado los cafetales de la zona montañosa, mostrando el renacer de la industria.

El despulpado del café es la primera etapa del beneficio húmedo en la que el fruto pasa por una transformación, dado que se dejan libres de pulpa o cáscara, las dos semillas que normalmente se encuentran por dentro. Esta labor la realizan eficientemente las máquinas despulpadoras. La despulpadora desprende el mucílago del grano despulpado y lo lava, para entregarlo listo a la plazoleta de secado.

Hacienda Juanita es una de ellas, con 23 cuerdas de terreno y 8,000 árboles de café. Apuesta por el café de especialidad donde se integran procesos de recolección, despulpe, fermentación, secado y tueste.

Enrique Morales se dedica a la recolección del café y a la agricultura hace más de 8 años, ha trabajado en varias haciendas en Maricao como recolector y encargado, como también ha trabajado en beneficiados de café. “El café es bien importante porque es los que bebemos cada mañana para recargar ese animo, necesitamos más recolectores”.

“Actualmente esta va a ser la primera cosecha que vamos a hacer 100% sustentable. Hemos hecho nuestros ajustes y actualmente contamos con nuevas técnicas de fermentación con las cuales pensamos y esperamos poner a Puerto Rico en el mapa”, expresó Jorge Contreras, propietario de Hacienda Juanita.

Tener una cosecha 100% puertorriqueña y sustentable conlleva muchos retos.

“La mano de obra es bien escasa y no es muy productiva. Adicional, es un empleado que requiere de mucha supervisión. Gracias a Dios, tenemos un grupo pequeño de capital humano que son quienes realmente mantienen la finca y dan el 100%”.

 Antes de pasar a la etapa de despulpe se realiza un primer lavado de la uva madura recién recolectada.

Parte del equipo de recolectores con el que cuenta la hacienda ha dedicado su vida a la recolección del café y la agricultura. Este es el caso de Enrique Morales, quien en sus más de 8 años realizando esta labor, ha tenido la oportunidad de trabajar en varias haciendas en Maricao.

“El café es bien importante porque es lo que bebemos cada mañana para recargar ese ánimo; necesitamos más recolectores”, apuntó.

Café recién tostado, listo para ser molido.

Por su parte, Manuel Vega Barrera, contó que lleva recolectando café toda su vida.

“Desde que yo tengo uso de razón, los padres míos me enseñaron a recoger café y mis abuelos. De ahí pa’ acá aprendí a recoger café, me gusta la agricultura, me gusta todo el proceso, desde recogido, el secado, molerlo y después —lo mejor— tomármelo”, detalló.

Shot de espresso de café recién tostado.

Hacienda Juanita, fundada en 1834, comparte la actividad agrícola con la turística a través de un hotel con 34 habitaciones, restaurante y la tienda de café. También ofrecen excursiones de apreciación a la naturaleza.

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