Escrito por: Jason Rodríguez Grafal

Una demanda recién radicada en el Tribunal Federal en San Juan imputa a la empresa de manejo de chatarra Schnitzer Steel Industries haber derramado aguas pluviales con contaminantes y metales pesados en cuerpos de agua de cinco localidades de la isla, incluyendo la Bahía de Ponce.

El recurso radicado el pasado 22 de febrero por el Conservation Law Foundation -una organización de activismo ambiental con sede en Boston, Massachussetts- denuncia además de estas descargas un patrón de incumplimiento con el monitoreo requerido en instalaciones que la empresa opera en Bayamón, Caguas, Canóvanas, Salinas y La Playa de Ponce.

El reclamo es parte de una demanda mayor gestionada en los Estados Unidos donde también se acusa a Schnitzer de contaminar cuerpos de agua adyacentes a otras seis de sus instalaciones en los estados de Massachussetts y New Hampshire.

A fondo

En el pleito, CLF acusa a Schnitzer de violar la Ley Federal de Calidad de Agua (Clean Water Act), reglamentos vigentes y disposiciones de sus permisos de operación, relacionados a requerimientos de protección ambiental.

Utilizando mediciones periódicas realizadas por la propia empresa, CLF señaló que Schnitzer tuvo descargas de escorrentías contaminadas en sus cinco instalaciones en Puerto Rico, entre el 2018 y el 2021.

Según se establece la demanda, Schnitzer también incumplió reiteradamente con su responsabilidad de gestionar mediciones periódicas de sus descargas, en violación de reglamentos federales.

La violaciones fueron notificadas mediante carta la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, en ingles) y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) el pasado mes de diciembre. Al cierre de esta edición, se desconoce qué acciones o remedios, si alguno, han tomados estas agencias.

Cobre, zinc y aluminio

En el caso de Ponce, la demanda apunta a sobre una decena de descargas de escorrentías con concentraciones elevadas de cobre, zinc y contaminantes orgánicos.

En Salinas, se detectaron niveles elevados de aluminio, cobre, zinc, contaminantes orgánicos y particulado.

En ambos casos, las descargas pudieron tener un efecto detrimental en la calidad del agua y la vida marina de la zona, detalla la demanda.

La Perla del Sur intento obtener una reacción de la gerencia de Schnitzer en Ponce, pero no hubo respuesta a la hora del cierre.

Sorprendidos en la alcaldía

Al ser abordado sobre el tema, el alcalde Luis Irizarry Pabón reaccionó con sorpresa a la demanda y las denuncias de contaminación en la bahía.

“Tan pronto nos esteramos, empezamos a hacer las averiguaciones y vamos a estar pendientes a la investigación que surja”, sostuvo el alcalde.

“De ser cierto lo que se denuncia en esta demanda, vamos a exigirle a la compañía que cumpla con los convenios que se han establecido para ellos poder operar en el Puerto”, continuó.

Por su parte, el presidente de la Junta Administrativa de Puerto de Ponce, Iván Torres Morales, indicó que entró en conocimiento de las imputaciones el lunes, 28 de febrero, tras ser notificado por la gerencia de Schnitzer.

“La Junta de Calidad Ambiental, para poder darle los permisos, le solicitó que tenían que hacer un tanque de contención, para no hacer descargas directas a la bahía”, dijo Torres Morales sobre las operaciones de Schnitzer en el Puerto de Ponce.

“Nos toma por sorpresa, porque ninguna de las entidades reguladoras en Puerto Rico ha tenido comunicación con nosotros para notificarnos que esta compañía tenga alguna situación”, abundó.

Sin embargo, tras conocer los pormenores del caso, el ejecutivo indicó que la Junta Administrativa del Puerto le hizo un requerimiento de datos de medición a Schnitzer, mientras indaga con el DRNA y la EPA sobre el cumplimiento de la compañía.

De confirmarse incumplimiento por parte de Schnitzer, Torres Morales indicó que la Junta Administrativa del Puerto de Ponce exigirá que se tomen medidas inmediatas para corregir el problema. De no ocurrir, no descarta la cancelación del contrato con la compañía.

“Si ha surgido una situación en particular, se le da la oportunidad a la compañía a que haga sus arreglos y cambie los procesos para poder contener y evitar que estas descargas lleguen al mar”, explicó.

“De ellos no poder hacer eso y continuar en el incumplimiento, pues tendríamos que ejecutar la cláusula del contrato donde se establece que de no cumplir con las regulaciones, podríamos dar por terminado el contrato”, concluyó.

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