Para la Naturaleza se une a la observación del Día Mundial de la Salud (DMS), que se celebra todos los años el 7 de abril, y que en esta ocasión, está regido bajo el tema Mi salud, mi derecho. La Organización Mundial de la Salud (OMS), que conmemora su 75º aniversario, cada año, enfoca el día en una problemática de salud pública específica.
A través de la conservación de cerca de 40,000 cuerdas de terreno en Puerto Rico, Para la Naturaleza no solo protege la biodiversidad y los ecosistemas, sino que también desarrolla y fomenta proyectos y actividades en los entornos naturales que promueven el bienestar de los seres humanos.
El programa de Agroecología Para la Naturaleza, por ejemplo, se creó para incentivar el consumo de una alimentación saludable, al fomentar prácticas agrícolas sostenibles en armonía con la naturaleza y la producción de alimentos libres de químicos y más nutritivos. También, desde hace 30 años, la organización lleva a cabo los Talleres de Inmersión, donde, todos los veranos, niños y jóvenes obtienen un aprendizaje inmersivo en la naturaleza, mientras crean comunidad, se ejercitan y se divierten. Otros de los esfuerzos que promueve Para la Naturaleza son el uso de las veredas auto-interpretativas en las áreas naturales protegidas y los recorridos guiados en estos espacios, que proporcionan la oportunidad de ejercitarse al aire libre, mejorar la condición física y disfrutar de la belleza natural del archipiélago, lo que contribuye a una mejora general para la salud física y mental.
De acuerdo con datos del Departamento de Salud de Puerto Rico, las enfermedades cardiovasculares son las más prevalentes en el país y constituyen la principal causa de mortalidad. Le siguen el cáncer, la diabetes mellitus, el alzhéimer, los problemas cerebrovasculares, el asma y la artritis.
Mi salud, mi derecho
La Organización Panamericana de la Salud de la OMS (OPS/OMS), establece que el derecho a la salud de millones de personas en todo el mundo está cada vez más amenazado.
El Consejo de la OMS sobre Economía de la Salud para Todos establece que al menos, 140 países reconocen la salud como un derecho humano en su constitución, no obstante, muchos de ellos no están poniendo en práctica leyes que garanticen que sus poblaciones puedan acceder a los servicios básicos de salud. El consejo expuso que para el 2021, más de la mitad de la población mundial no estaba completamente cubierta por servicios salubristas esenciales.
Para abordar este tipo de desafíos, el lema del DMS 2024 es Mi salud, mi derecho, con el fin de respaldar el derecho universal a la salud, educación e información de calidad, aire puro, nutrición adecuada y condiciones ambientales justas, entre otros aspectos.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales reconoce el derecho al máximo nivel posible de salud física y mental, reconocido en varios documentos legales internacionales.
Calidad del aire
La OMS reconoce que la contaminación atmosférica es uno de los principales riesgos ambientales para la salud en las Américas y estimó que en 2019, alrededor de 6.7 millones de muertes prematuras anualmente se atribuyeron a los efectos de la contaminación del aire ambiente y doméstico, y que cerca del 99% de la población mundial vivía en lugares donde no se cumplían los niveles de las directrices de calidad del aire.
Los contaminantes de mayor preocupación para la salud pública incluyen partículas, monóxido de carbono, ozono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre. La organización advierte que, a pesar de que todas las personas en el mundo están expuestas a la contaminación atmosférica, la exposición puede variar significativamente entre poblaciones, zonas geográficas y condiciones ambientales.
Cerca de 380,000 muertes prematuras en las Américas se atribuyen a la exposición a altos niveles de contaminación del aire, que aumentan el riesgo de enfermedades respiratorias, cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer de pulmón. Más de 250 millones de personas en América Latina viven en ciudades sin información sobre la calidad del aire.
Para contribuir a la reducción de los niveles de contaminación atmosférica, se sugiere la adopción de políticas y la inversión en medios de transporte menos contaminantes, eficiencia energética en viviendas, industrias y gestión de desechos.
La importancia de la nutrición por etapas de vida
La OPS/OMS destacó que una nutrición saludable es fundamental para la prevención de enfermedades, sobrepeso y obesidad.
La OMS reconoce que la alimentación evoluciona con el tiempo, y en ella influyen muchos factores socioeconómicos que interactúan de manera compleja y determinan modelos dietarios personales. Entre ellos, los ingresos, los precios de los alimentos (que afectan la disponibilidad y asequibilidad de alimentos saludables), las preferencias y creencias individuales, las tradiciones culturales, y los factores geográficos y ambientales (incluido el cambio climático).
Como recomendación general y prioritaria, se debe evitar el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido de nutrientes críticos, como la sal (sodio), el azúcar, las grasas saturadas y las grasas trans. Una dieta sana para adultos incluye frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
Los consejos de la OMS para una alimentación saludable durante la lactancia y la niñez son los mismos que en el caso de los adultos. No obstante, se recomienda que a los lactantes se les alimente exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida y que este proceso continúe al menos, hasta los dos años. A partir de los seis meses de edad, la lactancia se debe complementar con diferentes alimentos inocuos y nutritivos en los que no se deben añadir sal ni azúcares.
Ejercicios para una vida más saludable
La actividad física, indica la OMS, ofrece múltiples beneficios para la salud, incluyendo la mejora del estado muscular y óseo, la reducción del riesgo de diversas enfermedades como la hipertensión, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, diabetes y cáncer. Además, ayuda a mantener un peso corporal saludable, reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad, mejora las habilidades cognitivas y asegura un crecimiento y desarrollo saludable en los niños y jóvenes.
La organización establece que, a pesar de los beneficios para la salud antes mencionados, a nivel mundial, uno de cada cuatro adultos no alcanza los niveles de actividad física recomendados.
Se advierte, además, que las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente. Más del 80% de los adolescentes del mundo tienen un nivel insuficiente de actividad física.
En 2018, la Asamblea Mundial de la Salud estableció una meta global para reducir la inactividad física en un 10% para 2030, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los compromisos asumidos por líderes mundiales ofrecen la oportunidad de revitalizar iniciativas para promover la actividad física. Las políticas dirigidas a aumentar la actividad física buscan garantizar la accesibilidad y seguridad del transporte activo no motorizado, fomentar la actividad física en entornos laborales, educativos y comunitarios, y proporcionar instalaciones y programas adecuados para que todas las personas puedan participar en actividades físicas de manera regular. Además, se destaca el papel de los profesionales de la salud en aconsejar y respaldar a los pacientes en la práctica regular de actividades físicas.
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