El Departamento de Salud Ambiental de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico lideró un proyecto para monitorear el calor intra-urbano en San Juan conocido como el Programa de Vigilancia de Calor de CAPA en Puerto Rico.

Esta iniciativa tiene como propósito evaluar los efectos del calor extremo en la salud pública.

La campaña se creó en colaboración con el Institute for Sustainable Solutions de la Universidad Estatal de Portland y se llevó a cabo este pasado mes de junio, como parte del Proyecto de Investigación Urban Resilience to Extreme Weather Events-SRN.

El doctor Pablo A. Méndez Lázaro, investigador de la NASA, señaló los efectos de episodios de calor extremo en la salud pública de áreas urbanas. Aseguró que los episodios de calor son cada vez más frecuentes en todo el mundo y que su frecuencia e intensidad representan riesgos graves para la salud pública de muchas ciudades.

“Con la urbanización, cambios en el uso del suelo y la transformación del paisaje se ha afectado el clima local, fomentando directa e indirectamente el efecto de Islas de Calor (en inglés: Urban Heat Island) con impactos potenciales en la morbilidad y mortalidad por calor entre poblaciones urbanas vulnerables”, indicó Méndez Lázaro.

Voluntarios de ciencia ciudadana midieron la temperatura y humedad del suelo a través de todo San Juan para contribuir al estudio. Además, transitaron por 10 áreas designadas de la ciudad con sensores de temperatura montados en sus vehículos. Estas medidas se recopilaron en tres intérvalos de una hora a las 6 a.m., 2 p.m. y 7 p.m. para estimar la variación ambiental del área metropolitana.

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