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Expertos apuntan al hidrógeno para generar energía renovable en Puerto Rico

Mientras Puerto Rico lucha por cumplir con la meta de producir toda su energía de fuentes renovables para 2050, el gobernador Pedro Pierluisi abrió la puerta para que se considere la opción de generación a base de hidrógeno. Se trata de una alternativa que debe estudiarse porque presenta algunas ventajas, pero también muchos riesgos y actualmente es muy costosa, coincidieron conocedores del tema de energía consultados por EL VOCERO.

El hidrógeno es el elemento más común en la Tierra y una forma de obtenerlo es separando las moléculas del agua, mediante el proceso de hidrólisis. Se utiliza mayormente para almacenar energía. También se puede quemar pasándolo por fuentes o celdas de combustible y producir electricidad, que es lo que se conoce como ‘steam reforming’.

La pasada semana el gobernador Pierluisi firmó la orden ejecutiva 2022-022 para reconocer la combustión de hidrógeno como fuente de energía renovable en la Isla. Destacó que su uso “promete contrarrestar algunos de los efectos nefastos que han tenido los combustibles fósiles en el medioambiente mediante la reducción de emisión de gases con efecto de invernadero, cumpliendo así con la política pública de cambio climático”.

El representante del interés público ante la Junta de Gobierno de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), el ingeniero Tomás Torres Placa, dijo que se puede evaluar la generación de energía con hidrógeno.

Sin embargo, Torres Placa alertó que en ese examen la prioridad debe ser que el gas de hidrógeno (H2) se produzca aquí en lugar de importarlo. Indicó que la Isla debe adoptar medidas que garanticen su independencia energética, de manera que no quede a la merced de problemas que no controla, tal como ocurre con los conflictos bélicos como el de Europa oriental, que disparó el precio de los combustibles o como ya se vio durante la pandemia de covid-19, que ha afectado las cadenas de suministros.

“Hay manufactureros de turbinas de gas que están fabricando equipos que corren con hidrógeno y se debe evaluar. Ahora, una parte importante a considerar en el análisis es el costo que tiene esto”, afirmó.

En caso de que se determine que es costo-eficiente, Torres Placa entiende que entonces se deben evaluar también productos marginales o derivados del proceso de hidrólisis que se podrían obtener, como el oxígeno al separar las moléculas de agua. Ese oxígeno se le puede vender a los hospitales. También se puede mirar la posible producción de sal porque lo ideal sería utilizar agua de mar como materia prima.

“El hidrógeno es algo que -aunque de manera inicial- se está comenzando a utilizar en países como España, donde hay unos proyectos pilotos para correr turbinas de gas con hidrógeno desplazando parcial o totalmente el gas natural. En Puerto Rico sería una opción que vale la pena evaluarse debido a que aquí tenemos agua en abundancia, especialmente en el mar”, indicó.

Uno de sus antecesores de Torres Plaza en la Junta de Gobierno de la AEE, el licenciado Luis Santini Gaudier, coincidió en que hay que hacer los estudios.

“No sé los costos de esa alternativa, no sé si es buen o mal negocio, no lo estoy promoviendo, pero sí hay que evaluarlo todo… aquí hay inteligencia de más para hacerlo. De los mejores ingenieros del mundo que se los llevan inmediatamente para la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio), los debemos retener y con ellos buscar opciones” para la generación de energía limpia y accesible, enfatizó.

Levantan bandera

Por su parte, el ingeniero Agustín Irizarry, otro exrepresentante de los consumidores ante la junta de la AEE, recordó que durante la Segunda Guerra Mundial los nazis se quedaron sin petróleo, pero sí tenían carbón, que al quemarlo el vapor se usaba para extraer el hidrógeno. Si la alternativa que se busca es esa, no se trata de un combustible “verde” y no lo recomendaría.

“Es crucial determinar si es el ‘steam reforming’ lo que se está promoviendo. De hecho, es lo que promueven en Estados Unidos los que usan carbón. Si es eso no adelantamos nada, es como lavarle la cara al uso del carbón”, expresó.

No obstante, un problema adicional que Irizarry ve con esta alternativa es que actualmente el costo de un kilogramo de hidrógeno se equipara con el precio de un galón de gasolina, pero una vez los precios del petróleo se estabilicen al nivel que había antes de que comenzaran las tensiones entre Ucrania y Rusia, el hidrógeno volverá a estar más caro.

“La producción de hidrógeno se ha hecho siempre a escala pequeña. Convertirla a escala grande presenta unos problemas que aún no están resueltos y aparte tienes que hacer una inversión muy alta en cambiar la infraestructura. Si tú no lo produces, sería una inversión que no es una cosa trivial”, aseguró.

Por su parte, el presidente del Colegio de Ingenieros y Agrimensores, Juan Alicea, manifestó que la NASA utiliza el hidrógeno para despegar sus cohetes porque se trata de energía muy poderosa. No obstante, señaló que los precios están muy altos y se trata de un combustible cuyo manejo requiere de altas presiones y bajas temperaturas, aparte de que es mucho más flamable que la gasolina, lo que presenta unos retos de seguridad.

A su juicio, una opción es que en la medida en que se siga actualizando la tecnología y bajen los precios, lo que podría ocurrir en unos 10 años, se puede construir alguna planta pequeña que permita generar la energía con hidrógeno y recopilar datos que ayuden a determinar si es viable o no.

“El hidrógeno se debe estudiar comoquiera, pero sería costoso si no se produce a través de energía solar e incluso con energía solar es costoso. Y es importante también entender que no es para decir que se va a depender de hidrógeno 100%. No. Es una opción que todavía es costosa, pero es una puerta que podemos mirar de cara al futuro”, indicó Alicea.

Santini Gaudier señaló que lo importante es mirar opciones “fuera de la caja” que ayuden a eliminar la dependencia de los combustibles fósiles, que se produzcan en la Isla y que al final sean más económicas para los clientes.

En esa línea recordó que hay proyectos experimentales que ya se están probando, como por ejemplo las carreteras con paneles que producen energía (‘solar road way’). Añadió que si se hace un programa piloto en los muelles de San Juan, donde hay camiones de gran peso transitando constantemente, se podría encontrar una fuente interesante de energía.

Mencionó que en otros países están experimentando con algas marinas. En lugares de mucha concentración de personas como las estaciones de trenes se evalúa generar energía a partir del calor natural de la gente. Otra opción experimental es usar el alcohol que se decomisa como fuente energética.

“Lo que no se puede perder de perspectiva es que cualquier proyecto que se mire debe evaluarse como complementario a la energía renovable”, dijo Torres Placa.

“La energía innata de Puerto Rico sigue siendo la que nos viene por medio de la radiación solar y por medio del viento. Dentro de este momento histórico de pandemias y guerras en Europa oriental, debemos enfocarnos en expandir las energías renovables, a nivel de distribución en los techos de residencias, industrias y comercios, tanto de manera distribuida como centralizada, específicamente en lo que se conoce como ‘brown fields’: vertederos cerrados, áreas industriales que ya están en desuso como la Corco, en estacionamientos públicos… Eso debe ser una prioridad”, declaró.

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