Concord, Nueva Hamphsire — Estarán en el suelo, pero no están derrotados: insectos dañinos pueden emerger de árboles caídos y troncos varios años después de una tormenta grande, de acuerdo con un estudio del Servicio Forestal de Estados Unidos que refuerza las advertencias contra la práctica de mover leña de un lado a otro.
Árboles que son derribados, quebrados o dañados por vientos son a menudo cortados para leña, lo que a menudo puede facilitar la diseminación de insectos invasivos, destructivos, que drenan la vida de bosques desde Nueva Inglaterra hasta la costa occidental del país.
Se proyecta que esas plagas pondrán en peligro 63% de los bosques de Estados Unidos hasta el 2027 y conllevan un costo anual de varios miles de millones en retiro de árboles muertos, declinación de valores de propiedad y pérdidas de la industria maderera, de acuerdo con un estudio el año pasado publicado en Ecological Applications.
Solamente el escarabajo verde, ahora en 30 estados, ha matado centenares de millones de árboles y pudiera causar $12,700 millones en daños para el 2020.
Luego que un tornado causó destrozos en el oeste de Massachusetts en el 2011, funcionarios del Servicio Forestal colectaron troncos del área afectada en el 2012, el 2013 y el 2014, los cortaron como leña y los colocaron en barriles. Contaron meticulosamente los insectos que emergían de la madera: 32,121, para ser precisos. El escolitino oriental fue el más común, representando 85% del total.
Los científicos se sorprendieron al ver que incluso tres años después del tornado la madera produjo un número significativo de insectos.
No todos los árboles mueren en el momento de la tormenta. En lugar de ello, hay rangos de daños y bolsones de árboles vivientes que crean hábitat para los insectos con el tiempo, dijeron.
“Uno pensaría que varios años después de una tormenta que derriba árboles, sería seguro cortar para leña árboles caídos. Pero este estudio muestra que algunos troncos aún albergan insectos varios años más tarde”, dijo Gary Lovett, científico en el Cary Institute of Ecosystem Studies que no participó en el estudio.
Aunque la mejor solución es mantener mejor fuera del país insectos invasivos con mejores controles en las importaciones, dice Lovett, el estudio “refuerza la idea de que debemos usar leña localmente, en lugar de transportarla para su uso en segundas casas, cabañas o campamentos”.
Casi 40 estados han impuesto restricciones al traslado de leña, en un esfuerzo para proteger los bosques.
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