Neida Pumarejo Cintrón, asesora legal de la entidad sin fines de lucro Para la Naturaleza, favoreció la medida, de la autoría de Franqui Atiles y Néstor Alonso Vega, de prohibir la distribución, venta y consumo de artículos desechables de plástico que no son reciclable, particularmente aquellos asociados a los servicios de comida y bebida, y a su uso en hogares.
“El problema de los plásticos requiere soluciones complejas, a corto y a largo plazo. Atenderlo seriamente conlleva cambio en patrones y costumbres bien establecidas en la población, por lo cual cualquier solución tiene que ser estratégica, bien estudiada y considerando vías creativas y alternativas para su implementación. La inacción ciertamente no es una opción. Entendemos que el Proyecto 1951 es un primer paso fundamental en la dirección correcta”, sostuvo Pumarejo, quien también ocupa el puesto de Directora de Conservación de Terrenos en la organización que protege 34 mil cuerdas de terreno de alto valor ecológico en Puerto Rico.
Por su parte, la coordinadora de Política Pública y Relaciones Gubernamentales del organismo que agrupa todos los proyectos del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico, Soledad Gaztambide, mencionó la importancia de “generar conciencia en la ciudadanía”.
La entidad, con personal voluntario, participa en el Día Internacional de Limpieza de costas y ríos, organizado por Scuba Dogs Society, donde han recolectado unas 10 mil libras de basuras y materiales reciclables dentro sus áreas naturales protegidas.
Como parte de las recomendaciones, Gaztambide exhortó a establecer una política de implantación escalonada basada en los retos que presentan los diversos artículos, de igual forma, que les aplique a supermercados y otros establecimientos similares. “La política debe considerar si existen o no alternativas viables a los productos actuales”, agregó al aludir a que se debe definir mejor los tipos de plásticos que se están prohibiendo en la medida.
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