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Juntos logran el rescate de otro valioso ecosistema

La lluvia mañanera bautizó la costa de la comunidad Las Mareas de Guayama, donde horas más tarde peregrinarían niños, jóvenes y adultos respondiendo al llamado que hiciera la organización Cuatro Costas para continuar con su campaña de limpieza de playas y manglares.

Y como era de esperar, la participación de 40 voluntarios y voluntarias de diversas comunidades y organizaciones, llenó de alegría a la joven coordinadora del grupo, Noriann Meléndez Vélez, el pasado domingo, 13 de junio.

“Estoy súper contenta, porque se han unido más personas. Sin importar religión ni política, aquí estamos todos unidos trabajando por un bien común. Esto debe ser así todo el tiempo, que las personas sientan interés por salvaguardar la vida marina, los mangles, entre otras cosas. Estoy bien orgullosa de todo lo que ha logrado Cuatro Costas en cuatro meses”, comentó.

“Hoy tengo personas que son del Cuadro de Honor de la Interamericana de Guayama, de las Girls Scout, del PIP Juvenil de Guayama y de distintas comunidades”, añadió.

A su entusiasmo, se unió a coro la joven Génesis Vázquez Rodríguez, quien también es parte del colectivo ambiental Cuatro Costas.

“Al principio éramos bien pocos y realmente la clave aquí ha sido la publicidad que hemos dado con anticipación a las actividades. Eso nos ha ayudado a seguir creciendo y ampliando lo que estamos haciendo en la playa. Esto es algo que me apasiona. Soy cristiana y a mí me gusta dar por gracia lo que por gracia hemos recibido y pues, aquí estamos ayudando”, destacó.

La actividad también contó con el apoyo de líderes comunitarios y ambientales de otras organizaciones como Comunidad Guayamesa Unidos por tu Salud, Tortugueros del Sur, Comité Diálogo Ambiental de Salinas, el Sierra Club de Puerto Rico y Somos Sur, un colectivo que agrupa a personas de Guayama, Arroyo y Patillas.

“Me parece fantástica esta iniciativa”, sentenció Jacob Soto López, portavoz de Somos Sur y quien ha participado de experiencias de limpiezas de playas en Arroyo.

“Es una forma de conectar con personas que tienen pensamientos similares y se preocupan por el ambiente. Este problema de la basura en las costas debe enfocarse desde el punto de vista de la educación y envolver a la juventud. Ya que el sistema oficial del gobierno no lleva ese tipo de educación, tenemos que hacerlo nosotros desde el pueblo, llevando el mensaje de boca en boca, y multiplicar estos eventos”, continuó.

La importancia de la educación ante la constante presencia de basura en las costas también fue resaltada por Wanda Colón Villa, una residente de Guayama que junto a su familia se unió a la actividad.

“Esta iniciativa es increíble. Es la segunda vez que vengo y la seguiré apoyando, porque tenemos que seguir educando a las personas de todas las edades, para que esto no siga ocurriendo”, comentó.

Proteger a las tortugas

Entre las causas que más incentivaron a los participantes a persistir en su afán por mantener limpia la zona costera de Guayama resaltó la presencia de puntos de anidaje para tres especies de tortugas: el carey de concha, el peje blanco y el tinglar.

“El más frecuente es el carey de concha. Ese anida todo el año. Luego el peje blanco en menor cantidad, ese apenas empezó la temporada hace unos días. Finalmente, el tinglar, cuya temporada empezó en marzo. Ese no es tan frecuente en el área, pero sí lo vemos. En Las Mareas hemos reportado mucho carey y peje blanco en menor cantidad”, explicó José Camacho, parte del equipo técnico de la organización Tortugueros del Sur.

Según expuso, la labor de Tortugueros del Sur cubre el territorio costero entre Guayama y Guánica, donde se avistan muchos más nidos de tinglar.

Y a preguntas de La Perla del Sur, el experto reconoció que el sargazo es un problema para las tortugas.

“Representa un obstáculo adicional, especialmente a los neonatos que a veces tienen que pasar por montañas de sargazo”, explicó. “Además de confundirse cuando entran al agua y hay mucho sargazo, tienen el peligro de enredarse en él. En el área de Guayama es un problema. Cuantificarlo es difícil, pero sí es un problema. Es algo sobre lo cual no tenemos control, pues es un proceso natural que estamos viviendo hace ya varios años”.

Además de estos problemas, otro asunto que Camacho enfatizó es el de la iluminación de viviendas y espacios públicos en las costas.

“Estas luces deben ser rojas o ámbar para no afectar el hábitat de las tortugas. A veces nos acercamos a algunas personas, pero con el temor de que la luz roja o ámbar no ilumine apropiadamente, son reacios a cambiarlas. La realidad es que la luz blanca confunde a las tortugas cuando van a anidar y a los neonatos, y se producen accidentes”.

“En el área de Las Cucharas en Ponce, hemos perdido un par de tortugas atropelladas por autos, también debido a las luces. Allí logramos que se cambiaran, pero es un reflejo de lo que significa el problema”, añadió.

Pescadores de orilla

Mientras los equipos de voluntarios y voluntarias extirpaban todo tipo de desperdicios de la arena y los manglares, en la orilla del mar un par de pescadores revisaban sus cañas.

Luis Ayala Rivera y Jorge Luis Rivera Ramos, residen en Caguas, pero visitan frecuentemente la playa de Las Mareas para pescar.

“Vengo aquí de vez en cuando con mis amigos y la familia. Desde hace tiempo pescamos por ahí pa’ bajo. Cogemos unos pescaos grandes. Aquí se pesca bueno. Hemos cogido sama, arrayao y tiburones. Ahorita cogimos un tiburón, pero lo soltamos”, dijo Luis.

La actividad de estos pescadores de orilla no es un asunto del azar, pues hay varios factores que dependen de su decisión de viajar a la costa sureña.

“Venimos a pescar dependiendo la luna que sea. La luna buena es la menguante y la nueva. Ahí uno aprovecha y viene a pescar. Depende también las condiciones del tiempo, eso influye en la pesca. Cuando hay mucha piedra en la orilla, ahí se coge bueno también”, comentó por su parte Jorge Luis Rivera Ramos.

Según ambos, la carnada también es un factor que hay que tomar, dependiendo el lugar donde se vaya a pesar.

“No en todos los sitios es la misma carnada. Se usa calamar, jarea, sardina y balajú. Lo más que funciona aquí en Guayama es la jarea y la sardina. A veces nos hemos quedado aquí de un día para otro, y no hemos cogido nada. Es cuestión de suerte. Hay que venir sin prisa, uno despeja la mente de los problemas”, dijo Rivera.

Activistas ambientales, líderes comunitarios, tortugueros y pescadores reconocen el valor actividades de limpieza en las costas y la necesidad que hay de continuar con la educación.

“Seguimos en pie de lucha contra la contaminación y los derechos ambientales. Es responsabilidad de cada uno de nosotros cuidar nuestro entorno para proveer un futuro digno e íntegro a nuestros hijos e hijas, y a su vez, perpetuar la vida de los otros seres vivos que habitan en el mismo”, expresó Cuatro Costas en sus redes al concluir la actividad.

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