La Fundación Liberty está en proceso de reclutar una persona idónea para ocupar la dirección ejecutiva y liderar el desarrollo de una organización ágil que consiga apoyar el mayor impacto socioeconómico posible.
Así resumió Giovanna Ramírez de Arellano la agenda para 2019 de esta entidad sin fines de lucro registrada en junio de 2017 y que opera como el brazo de responsabilidad social corporativa de la empresa de telecomunicaciones Liberty Puerto Rico, de la cual es directora de comunicaciones y responsabilidad corporativa.
A su vez, la ejecutiva ha estado fungiendo como directora ejecutiva interina de la fundación, mientras se formalizaba la junta y otros trámites necesarios. Pero, finalizados esos trámites, expresó que la entidad está lista para crecer en alcance y frecuencia de sus iniciativas.
“Queremos un mejor ambiente socioeconómico en Puerto Rico y esto se logra haciendo que las generaciones nuevas tengan acceso a mejor educación y a bienestar, que tengan las herramientas”, expuso. Precisó que las áreas de enfoque a la hora de evaluar a qué propuestas o instituciones se hacen donaciones son “educación, cultura, desarrollo de la niñez y ambiente”.
Esto responde a que “queremos impactar a niños y a jóvenes por distintas vías”, abundó, por su parte, Carla Framil, quien lidera la división legal de Liberty y sirve como secretaria en la junta de la Fundación.
Hasta la fecha, la responsabilidad social corporativa tenía un evento cumbre anual, el Torneo Invitacional de Golf, que se ha celebrado en 21 ocasiones con más aportaciones y participación en cada edición, explicaron.
Y en su más reciente edición en noviembre de 2018 –la primera que se emprendió con la nueva fundación ya establecida– se recaudó la suma inédita de $600,000.
De ese total, $350,000 se destinaron a 14 organizaciones filantrópicas, afines con las prioridades de la fundación y que ya recibieron o están en proceso de recibir donaciones de $25,000.
Estas son: Berklee in Puerto Rico, Boys & Girls Clubs de Puerto Rico, Casa Familiar Virgilio Dávila, Casa Manuel Fernández Juncos, Centro Espibi, Centros Sor Isolina Ferré, el Programa Psicoeducativo de la Fundación Felisa Rincón Gautier, Hogar Santa Teresita del Niño Jesús, Hogares Teresa Toda, Jóvenes de Puerto Rico en Riesgo, Niños de Nueva Esperanza, Para La Naturaleza, Puertorreal, y el Coro de Niños de San Juan.
El resto de lo recaudado se reservó para expandir las acciones filantrópicas de la Fundación y contar con un capital semilla para culminar el reclutamiento del personal esencial.
“Tampoco queremos una operación demasiado grande, porque la idea es que el foco sean las instituciones que beneficiamos”, puntualizó Ramírez de Arellano.
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