Luis Vélez y su esposa Marta Álvarez confiesan estar “enamorados” de Para La Naturaleza desde hace más de una década.

“Nuestra aventura comenzó cuando asistimos a un recorrido en Hacienda La Esperanza en Manatí. Quedamos impresionados por la riqueza histórica del lugar, el ambiente de paz y tranquilidad que se respira allí. Así que decidimos preguntar en que otras actividades podíamos participar como voluntarios. Para nuestra satisfacción, resultó ser el comienzo de una experiencia que nos ha permitido expandir nuestros conocimientos sobre nuestro entorno, conocer y compartir con otras persona que al igual que nosotros, se preocupan por nuestro medio ambiente y nuestra Isla”, contó Luis Vélez.

“Hemos participado de muchas actividades que nos han permitido aprender a amar nuestros recursos, nuestras aves, nuestros árboles y nuestras raíces. En las numerosas actividades a las que asistimos, hemos conocido a muchas personas que como nosotros, también aman la Naturaleza. Muy importante, hemos aprendido de los intérpretes, que juntos lograremos crear una mejor consciencia de los habitantes de nuestra isla de que sí es posible desarrollar nuestras industrias respetando nuestro ambiente. Hemos creado la conciencia que se deben conservar y rescatar nuestros bosques, ríos y playas para el disfrute de futuras generaciones”, comentó Luis, quien lleva desde el 2009 participando como voluntario en varios proyectos de ciencia ciudadana.

Según Luis, ambos podrían escribir muchas páginas sobre su experiencia como voluntarios de Para La Naturaleza, pero si la fuera a resumir en una oración sería: “Hemos aprendido que somos parte de la Naturaleza y que en la medida que actuemos para protegerla, nos protegemos nosotros y nuestras familias. Me gustaría que otras personas al igual que nosotros, y que junto a sus familias, se unieran al gran esfuerzo de lograr conservar nuestros recursos para nuestros hijos, nuestros nietos, para todos”.