Menú

Manejo de árboles tras María: reflejo de las prioridades, valores y visión de cultura ambiental

arboles talados

Luisa Rosado Seijo, gerente de reforestación del colectivo Para La Naturaleza (PLN), explicó a este medio que las consecuencias ambientales de la tala de árboles “varían entre erosión de suelos, correntías, mayores niveles de ruido, aumento del calor, entre muchas otras consecuencias. A nivel social, entendemos que hay un impacto emocional pues se nos han acercado personas a llorar por sus árboles caídos, algunos sembrados hace más de 30 años”.

Luego de que recientemente se hiciera pública la denuncia ciudadana de una tala masiva e injustificada de supuestos árboles sanos de caoba que habían retoñado tras el huracán María en un tramo de la carretera PR-30, CLARIDAD contactó a PLN para que explicaran cuáles son las consecuencias ambientales y sociales de la deforestación y en qué condiciones debe encontrarse un árbol para justificar su tala.

Según las denuncias, la compañía que taló los árboles es una de las contratadas por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) para recoger los escombros que dejó el huracán en carreteras estatales. Una fuente que quiso mantener su anonimato, aseguró a este medio que las instrucciones que supuestamente el Cuerpo de Ingenieros le ha dado a los trabajadores y trabajadoras de la compañía Debris Tech, cuya sede ubica detrás de la Plaza del Mercado de Caguas, son que recojan todo el material vegetativo que pueda representar riesgo en caso de deslizamientos de terreno hacia la carretera.

Los denunciantes, algunos residentes de Gurabo, indicaron que no entendía el porqué de la tala si esa área carecía de tendido eléctrico, una de las razones para cortar árboles en las inmediaciones de las vías públicas. Como parte de la denuncia, la ciudadanía culpabilizó a FEMA por alegadamente querer facturar los rembolsos de recogido de escombros.

A propósito de esta tala indiscriminada, PLN reaccionó comentando que gubernamentalmente existen muchas variantes en cuanto a la justificación de poda de árboles, pues esa acción está regulada por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico.

Ahora bien, según Manuel Mercado, coordinador de seguridad de PLN y arborista certificado, “en general, un árbol en su ámbito natural no necesita intervención humana, pero un árbol en un ambiente urbano está sujeto a ser parte de una negociación constante entre el riesgo y el beneficio para los seres humanos”.

LEA LA NOTICIA COMPLETA EN ClaridadPuertoRico.com

Contáctanos