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Más dudas que certezas en nueva estrategia de producción agrícola

La manera cómo finalmente será puesta en vigor una alegada nueva estrategia ideada por el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, para que los incentivos que se aprueben a los agricultores generen un aumento en la producción agrícola, no ha sido desglosada se manera clara y las dudas abundan.

Especialmente, porque gran parte del sector agrícola repudió el pasado cuatrienio que el criterio de producción sustituyera el criterio de hora trabajada para conceder el subsidio salarial agrícola. Además del subsidio salarial, el Departamento de Agricultura (DA) distribuye otros incentivos entre los sectores de vegetales, farináceos, pesca y café, entre otros.

La determinación fue impuesta por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), luego de que un estudio concluyó que, por cada dólar invertido en el subsidio salarial agrícola, solo 19 centavos generaban actividad económica, lo que contribuyó a catalogar la ayuda pública como la de menor retorno en la economía.

De hecho, durante el pasado cuatrienio González Beiró rechazó con vehemencia el criterio de producción y responsabilizó al ex secretario de Agricultura, Carlos Flores Ortega, por no defender adecuadamente el criterio de hora trabajada del subsidio salarial ante la JSF.

La pasada semana González Beiró anunció la presunta “nueva estrategia” que definió, según lo reseñó el periódico El Vocero, como “otorgar incentivos que redunden en un aumento en la producción”. A modo de ejemplo, el Secretario sostuvo que un incentivo a la producción de carne, “tiene que reflejarse en el duplicado del ato de ganado”.

Pero esa escueta explicación no aclara si el desembolso de la ayuda ocurrirá antes o después de que el agricultor demuestre un alza en la producción, o si la ayuda estará condicionada en lograr esa meta en un determinado periodo de tiempo y qué otros requisitos se deberán cumplir.

El secretario tampoco aclaró si existirá una coordinación para garantizar que el alza en la producción agrícola que se logre, llegará rápidamente a los consumidores a través de los distribuidores y detallistas

De hecho, el presidente de la Asociación de Agricultores, Héctor Cordero, sostuvo que persisten la dudas sobre los requisitos que deberán cumplir los agricultores para recibir los incentivos dirigidos a lograr un aumento en la producción agrícola.

Persisten las dudas

Incluso, las dudas no se han despejado luego el secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), Manuel Cidre, devolvió al DA el programa de subsidio salarial agrícola el pasado 1 de julio.  A través de una orden administrativa, Cidre delegó en el DA la administración y reglamentación del programa, lo que representaría el primer paso para que González Beiró cumpla su promesa de rehabilitar el criterio de hora trabajada.

Tanto el programa de subsidio salarial agrícola y otros incentivos del gobierno fueron transferidos al DDEC con la aprobación de la Ley 60 del 2019 que creo el Código de Incentivos de Puerto Rico. El DA conceda las ayudas a los agricultores, luego de que el DDEC las aprueba, tras medir su efectividad con una serie de criterios.

“Hay dudas todavía sobre cómo serán los incentivos por producción. Los incentivos salariales tradicionales por producción para las industrias de leche, huevo y pollos continuarán igual, pero en cuanto a los otros incentivos hay sus dudas”, dijo Cordero, en referencia a que esos tres sectores que siempre han recibido los incentivos salariales según la producción lograda.

En el caso de la industria lechera, se mide de acuerdo al monto de cuartillos de leche; en la industria avícola, según las libras de carne de pollo y en la industria de huevos, según el número de docenas de huevas producidas.

De hecho, el descontento con el requisito de producción implantado por la JSF en el 2019 en el subsidio salarial fue de tal grado, que en 2020 se radicó en el Senado el Proyecto1629, que proponía sustituir el requisito de producción por el criterio de “área de terreno sembrada”. La medida, que mantenía el criterio de producción para los sectores de huevos, leche y pollos, no fue aprobada.

En aquel momento la directora ejecutiva de la JSF, Natalie Jaresko, le advirtió al Senado que aunque la mayoría de los cultivos fueron afectados por los huracanes Irma y María al Senado, “un subsidio salarial basado en el área plantada parece ser más razonable”, pero advirtió que la JSF se reserva el derecho de evaluar el texto legislativo según los criterios de PROMESA.

Necesario un mercado para producción agrícola

No obstante, Cordero advirtió que no es apropiado exigir un aumento en la producción agrícola si previo a que los agricultores tomen medidas para incrementar sus cosechas o la producción de su ganado, no existe una coordinación que garantice que los distribuidores y detallistas adquirirán ese aumento en la producción.

El presidente de la AA explicó que la falta de sincronización entre los agricultores y el mercado y la ausencia de un apropiado sistema logístico para garantizar que los productos frescos lleguen inmediatamente al mercado, ha sido uno de los principales problemas que han afectado la agricultura local.

 “Te digo una cosa. No se puede hablar de aumentar la producción si antes no hay una coordinación con el mercado. No se puede hablar de aumentar la producción si no atas ese aumento con el mercado. Eso tiene que estar coordinado, para que no pase que un agricultor siembre cinco cuerdas de pimientos y cuando ese agricultor sale loco de contento con su cosecha para el marcado se entere de que ya hay cinco furgones de pimientos importados en los muelles”, dijo Cordero.

No obstante, Cordero reconoció que no tiene conocimiento de los diversos requisitos que deberán cumplir los agricultores en la nueva iniciativa anunciada por González Beiró.

“Yo he tenido conversaciones informales sobre esto con el secretario, pero no te puedo dar el detalle sobre cómo serán implementados esos incentivos. Yo si te puedo decir que lo que se busca es que aportar para que haya un crecimiento en la producción, o que se aporte en aquellas prácticas que son acordes con un aumento en el desarrollo. Lo que se quiere es que se ayude al agricultor a base de que demuestre que es más competitivo y efectivo. Si es un productor de carne, pues se le ayudará para introducir esos sementales genéticos con más capacidad de engorde, con mayor capacidad de convertir los pastos en un aumento en la carne. Lo mismo en las siembras, con ayudas para sistemas de riego y sistemas de abonamiento”, explicó Cordero.

En el presupuesto vigente del DA, que comenzó el pasado 1 de julio, persiste un recorte de $59 millones determinado por la JSF en los fondos asignados a la Administración para el Desarrollo Empresarial Agropecuario (ADEA), que es la entidad que provee los incentivos a los agricultores, incluyendo el subsidio salarial agrícola.

Cordero indicó que los fondos para los incentivos “están identificados” y agregó que el DA deberá crear nuevos reglamentos para establecer los nuevos incentivos por producción. Indicó que el criterio de hora trabajada regresará al incentivo salarial agrícola, lo que implica que el incentivo será equivalente al 50 % del salario que paguen los agricultores a sus trabajadores.

Terquedad y politiquería en incentivo salarial

González Beiró no ha accedido a una entrevista con EyBoricua.com para discutir la dificultad presupuestaria en el DA. La pasada semana, tras anunciar “la nueva estrategia” sobre los incentivos por producción, el Secretario declinó conceder una entrevista por tener una “agenda cargada”.

Por su parte, el exsecretario de Agricultura, Carlos Flores Ortega, indicó que “la reducción de presupuesto para programas de incentivos agrícolas no nos tomó por sorpresa ya que habíamos pronosticado que si se cambiaban las reglas que había impuesto la JSF y el DDEC ese sería el riesgo. Con la aprobación de la Ley 60, todo incentivo en cualquier sector económico debe estar dirigido a aumentar producción y lograr un retorno de inversión positivo o de lo contrario no podrá ser otorgado”.

De las expresiones de Flores Ortega se desprende que la reducción presupuestaria en el DA ordenada por la JSF, fue el resultado de la manifiesta intención de González Beiró de retornar el criterio de hora trabajada, lo que quedó concretado con la determinación del DDEC de devolver al DA el programa de subsidio salarial.

Según el exsecretario, tras dos años de utilizar el criterio de producción, el incentivo salarial estaba reflejando un crecimiento en la producción agrícola, lo que evidenciaba que los agricultores se estaban adaptando favorablemente al nuevo sistema y que de mantenerse el alza en producción, el DA habría podido solicitar un aumento en el presupuesto del programa.

Para Flores Ortega, regresar al criterio de hora trabajada representa un retroceso que colocará nuevamente en peligro los fondos públicos y una probable intervención de la JSF para regresar el criterio de producción.

“Por dos años consecutivos otorgamos los incentivos que antes eran a base de salario a producción y los resultados eran muy buenos, al punto que podíamos solicitar más fondos si se mantenía ese ritmo de crecimiento. Lo explicamos de mil formas, pero la terquedad y la politiquería hicieron que se alterara el plan y ahí vemos los resultados. Hoy día cada dólar del pueblo vale mucho más y no estamos para botarlo. Intentar volver a los viejos sistemas donde además el gobierno gastaba millones de dólares para administrar los incentivos no va a pasar. Es muy sencillo, o juegas con las reglas existentes, que hacen mucho sentido o te quedas fuera del juego. Yo estoy ahora en las gradas y bien preocupado con todo esto”, indicó el ex funcionario.

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