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Mi travesía como líder ambiental

Mi travesía en el TIN comenzó hace diez años en la Hacienda Buena Vista en Ponce.  En el 2012 fui participante del nivel II. De ahí puse en mi corazón que quería ser líder y en el 2013 tuve mi primera experiencia como líder de los Talleres de Inmersión Para la Naturaleza. Es aquí donde comienza una aventura que siempre llevaré conmigo.

El momento que decidí que quería ser líder ambiental fue en el año 2012, mientras era participante. Estábamos en el Taller, nos dijeron que se acercaba una tormenta y tuvimos que cancelar para retomar unos días después. Estuve un poco triste, ya que había hecho muchos amigos que no iban a poder regresar.  A pesar de eso, la pasé muy bien.  Ver cómo otras personas solo un poco mayores que yo estaban tan felices de estar ahí, cuidando a otros, creó una chispa dentro de mí.

En el 2013 comenzó mi nueva travesía. En enero, llamé a la Hacienda para enlistarme como líder y me dieron la oportunidad. Eso es algo que siempre voy a agradecer.  Conocí a mucha gente a la que le tomé cariño y quienes se convirtieron en una parte de mí.  Tuve muchas experiencias, como: ir a Magüeyes de noche, meterme a las aguas bioluminiscentes e ir de camping (lo cual nunca había hecho).  Además de eso, crecí como persona y descubrí un amor hacia la naturaleza de cierta forma que no todos pueden sentir.

Después de diez años en los Talleres de Inmersión, ha llegado mi último.  Este año estuvo lleno de felicidad y lágrimas.  Después de dos años que no nos pudimos reunir por el COVID, al fin iba a regresar al lugar que me trae paz e iba a ver a amigos que no veía hace tiempo.  A pesar de que solo estuvimos dos días, los disfruté al máximo y pude estar con mi familia una vez más antes de irme. Me siento satisfecha por la labor de todos en la Hacienda, quienes siempre me han hecho sentir en casa, por los amigos que sé que siempre tendré y les deseo suerte a los líderes que dejo y a los que están por llegar.

Ser líder siempre será una de las cosas por las que estaré orgullosa de mí misma.  Me ha enseñado a crecer como persona y como amante de la naturaleza.  Siempre llevaré todas las experiencias y todo lo que aprendí a cualquier lugar que vaya.  Decir adiós a diez años de estar como líder ambiental, me causa muchas emociones. Otras personas necesitan la oportunidad para que algún día puedan decir que ellos también han visto lo hermoso que es esta experiencia.  Espero poder seguir trabajando con Para La Naturaleza en futuros proyectos y cada día que pase seguir aprendiendo poco más de la naturaleza.

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