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Ofrecen consejos para proteger anidación de tinglares

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Se acerca la temporada pico en la anidación de la tortuga tinglar, la cual se extiende de abril a junio. Hasta el momento, existen cuatro nidos documentados en Dorado y Maunabo, según compartió Carlos Diez, biólogo marino y coordinador del Programa de Tortugas Marinas del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).

La tortuga tinglar es la más grande de todas las tortugas marinas, llegando a medir de seis a ocho pies (2 metros) de largo y a pesar hasta 2,000 libras, según datos de la organización sin fines de lucro “Amigos de las tortugas marinas” (ATMAR) de Maunabo. Las hembras, luego de anidar, dejan los huevos y las tortuguitas a su suerte, como parte de su estrategia reproductiva.

“A diferencia del carey, que anida todo el año, la tortuga tinglar lo hace en una temporada muy frecuentada por bañistas, por lo que puede darse la interacción con personas. Su anidación ocurre mayormente de noche. Por esa razón, se aconseja alejarse de las playas durante horario nocturno y, de estar en la playa y observar un nido, notificar al DRNA y a los grupos de tortugueros autorizados en qué costas fueron observados”, sostuvo Diez.

El biólogo marino exhortó a las personas que viven aledañas a las costas donde se depositan estos nidos, ya sea en una colindancia marítima terrestre, a tratar de mantener a oscuras durante la noche las habitaciones, para impedir que las luces interfieran con el depósito de huevos. También, se debe evitar la poda o remoción de vegetación costera.

“Aunque lo permita la regulación marítimo terrestre, (la poda o remoción de vegetación costera) está prohibida en el caso de anidación de tortugas, y existe una indicación para que lo eviten o para que, de tener que hacerlo, se comuniquen con el DRNA”, expresó.

Diez también hizo un llamado a mantener limpias las costas de Puerto Rico. La acumulación de basura, y sobre todo, de plástico, puede atentar contra la vida de la tortuga tinglar, que confunde la bolsa plástica con una medusa, se la come y se indigesta. Otro peligro de las bolsas plásticas es que, al enredarse en la arena, obstaculizan la salida de las tortuguitas, cuyo intento por anidar las lleva a quedar enredadas en el plástico.

El coordinador de Tortugas Marinas advirtió sobre el peligro de la presencia de perros realengos en las costas.

“Hay tendencias a abandonar perros en las playas, y estos perros se comen los huevos de tortuga”, dijo.

Si la ciudadanía acude con perros a la playa, se exhorta a que los lleven amarrados.

Evite fotografiar, particularmente utilizando el “flash”, y acercarse al área de anidación, puesto que puede espantar a la tortuga y evitar que ponga sus huevos.

Los vehículos de motor están prohibidos en las playas, pero, “si las personas deciden transitar por las costas, es conveniente que sepan que esto compacta la arena e impide la salida de tortugas del nido”.

Las costas en las cuales tiene lugar la anidación de tortugas se encuentran rotuladas con advertencia. Se pide a la ciudadanía que respete la presencia de estos rótulos, ya que algunos se han vandalizado.

Es importante la comunicación con los grupos tortugueros de Puerto Rico, los cuales cuentan con varias páginas en las redes sociales, puesto que es el colectivo llamado a orientar a la ciudadanía sobre medidas para asegurar la preservación de la especie tinglar y a involucrarlos en la lucha por recuperar las especies marinas.

Las tortugas tinglares anidan mayormente en playas arenosas. En Puerto Rico, los principales lugares de anidación de esta especie son los pueblos de Dorado, Maunabo, Luquillo, Fajardo, isla de Culebra, isla de Vieques, Humacao, Yabucoa, Mayagüez, Arecibo y Barceloneta, aunque hay evidencia de anidación en muchas otras playas.

El nido del tinglar puede llegar a medir “hasta dos pies”. El proceso de anidación “es natural, lo permite el sol y la temperatura ambiental. La rotura del cascarón del huevo, generalmente, ocurre durante la noche”, algo que, por otro lado, beneficia, porque reduce en gran medida la manipulación humana.

Luego que ocurre el proceso, los miembros de los distintos grupos tortugueros evalúan los nidos y llevan a cabo la contabilidad de tortuguitas.

Un dato curioso es que estas salen en grupo y unidas, explicó el biólogo. Si alguna se queda atrás, pueden ser liberadas durante la inspección del nido por parte de las personas autorizadas.

“De encontrar un nido, la ciudadanía no deben interferir, solo informar sobre la presencia del mismo”, concluyó.

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