En medio de la temporada de huracanes, planificadores urbanos y alcaldes volvieron a levantar su preocupación sobre la política pública para identificar las áreas más propensas a inundaciones en Puerto Rico, sobre todo luego de los ciclones Irma y María en 2017.
Mientras, la Junta de Planificación aseguró que se han iniciado procesos para actualizar los mapas que se utilizan para reconocer las áreas inundables en la Isla, una herramienta vital para las nuevas construcciones y para las pólizas de seguros de los dueños de propiedades.
En el corto plazo, los alcaldes plantean que haya una mayor atención a las labores de mantenimiento de alcantarillas y las bombas que se utilizan para evitar que el agua se estanque en áreas ya identificadas. Al respecto, tanto el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), que opera las bombas, como el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), a cargo de las vías y las alcantarillas en la Isla, han reiterado en días recientes que trabajan en ello.
Carlos Padín, planificador y profesor del Programa Graduado en Ciencias Ambientales de la Universidad Ana G. Méndez, dijo que hay una crisis en la planificación para evitar inundaciones.
“Creo que seguimos peor que cuando María por una razón, y es que María nos demostró que el desparrame urbano no es el modelo para el País y que el desarrollo en la zona costanera debió tener una separación de la costa, aunque ha pasado todo lo contrario. Se les ha dado permiso para construir en zonas costaneras y María nos demostró que esa no era la solución”, expuso el experto, quien recalcó que los mapas de inundaciones pueden tener errores y datos sobre probabilidades de precipitación y urge actualizarlos.
Por su parte, el economista y planificador urbano, Luis García Pelatti, se unió al planteamiento –por separado– y pidió que se agilice la actualización de los mapas que identifican las nuevas zonas propensas a inundaciones, donde no se debe construir.
“Puerto Rico va a gastar dinero en construir viviendas que se van a volver a inundar con el próximo huracán porque decidimos usar los mapas de hace más de 10 años en lugar de utilizar los que son producto del análisis de FEMA, la experiencia y la topografía”, destacó García Pelatti, quien fue presidente de la JP.
Advirtió que la JP no está utilizando mapas actualizados lo cual –insistió– supone “una marcha atrás” en el tema de las inundaciones porque no compaginan con la realidad topográfica del País. “Después de María se van a publicar unos mapas que les llaman los ‘advisory maps’, pero son los de 2018 y esos mapas van a reconocer que un montón de zonas que antes no se inundaban, se inundan. Ese mapa nos puede ayudar a identificar dónde es que son esas zonas que se están inundando, pero quiero destacar que la Junta de Planificación en diciembre pasado aprobó un reglamento de inundación volviendo a los mapas de 2008”, señaló el planificador.
Se le conoce como “advisory maps” a los mapas de nivel de inundación recomendado, desarrollados por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA) para Puerto Rico. Estos, según FEMA, “identifican qué áreas se encuentran en nuevas zonas inundables, así como nuevos niveles de inundación que pueden afectar las prácticas de construcción”.
De acuerdo con la literatura de la agencia federal, estos mapas “son una herramienta para las agencias, los desarrolladores, diseñadores, técnicos de permisos de construcción, oficiales federales, estatales y municipales y dueños de propiedad, para tomar decisiones informadas de manera que se mitigue por eventos de inundación y se proteja la vida y propiedad, así como la inversión pública y privada”.
FEMA también advierte que los “advisory maps” son considerados como “la mejor información disponible hasta que se desarrollen Mapas de Tasas del Seguro de Inundación (FIRM, por sus siglas en inglés) actualizados”.
Revisión en progreso, asegura la JP
Rebecca Rivera, miembro asociado de la JP, dijo a EL VOCERO que se están utilizando mapas que han sido actualizados, pero reconoció que están en progreso nuevas actualizaciones.
“En el 2018, luego de los huracanes Irma y María, lo que se trabajó fue como una actualización de lo que eran los mapas conocidos como los ‘advisory maps’, que esos se mantienen y se siguen utilizando en los proyectos de construcción y ayudan en la toma de decisiones para mejorar los requisitos de mitigación en relación con inundación”, informó Rivera.
Según la funcionaria, actualmente se trabaja con la primera fase de las nuevas actualizaciones, con estudios de cuencas hidrográficas, específicamente en dos en la zona oeste y otras dos en el sur. “Esos son unos procesos que lleva FEMA. Ahora mismo, luego del ejercicio que se hizo de Irma y María, que tenemos los ‘advisory maps’, vamos a entrar en un proceso de actualizar los FIRM a través de FEMA y van a un proceso de vistas públicas”, expuso.
Rivera destacó que son procesos que conllevan tiempo y no hay un término establecido para las revisiones. Indicó que los FIRM actualizados y que se utilizan al presente, entraron en vigor el 18 de noviembre de 2009. Adelantó que la JP coordinará con FEMA para iniciar vistas públicas sobre este asunto.
Alcaldes piden que haya más mantenimiento
Entre los alcaldes existe un consenso sobre la necesidad de definir nuevos planes para mitigar el riesgo de inundaciones, al tiempo en que claman para que haya mantenimiento continuo de alcantarillas, entre otras gestiones.
Por ejemplo, la directora interina de la Oficina para el Cumplimiento y Planificación Ambiental de San Juan, María M. Matos, reveló que el municipio sometió a la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) un plan de trabajo relacionado al sistema de alcantarillado pluvial para mitigar inundaciones.
“Sometimos un nuevo plan de trabajo que dará comienzo en el mes de julio 2021 y culminaría en diciembre de 2032. El mismo atendería los trabajos incluidos en las etapas 2 a la 4. Este plan de trabajo fue sometido a la EPA y estamos a la espera de su aprobación”, expresó Matos.
En tanto, el presidente de la Asociación de Alcaldes, Luis Javier Hernández, señaló que hay problemas con las bombas que opera el DRNA, como ocurre en San Juan y en otros pueblos, y declaró que esto se puede remediar a corto plazo.
“El otro aspecto que afecta a los municipios es la mitigación y canalización de los ríos, que también está bajo el DRNA. Los municipios presentan proyectos para mitigación y hay mucho dinero en FEMA para eso, pero no se ha comenzado a mover esa propuesta”, añadió.
Con ello coincidió Padín, al señalar que el gobierno no suele darle mantenimiento a los sistemas artificiales para canalizar el agua, y que con el pasar del tiempo se han quedado “obsoletas”.
“Hemos ido a través del tiempo canalizando ríos y creando verjas que no permiten el movimiento natural del agua, pero el agua comienza a buscar por donde entrar. La ciudad creció, se le permitió hacer todas estas canalizaciones, pero a la misma vez estos sistemas artificiales que se crearon, que estaban programados para otros eventos de lluvia, no se les ha dado mantenimiento”, expuso Padín.
García Pelatti indicó que tal y como están las cosas al presente “estamos dejando a los ciudadanos sin el conocimiento de que pudieran construir sus casas pensando que no se van a inundar”, e insistió en que “se requiere una actualización a nivel de planes para avisarle a un ciudadano que vive en una zona inundable”.
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