Julio de 2019 fue el mes más caluroso registrado en la Tierra. Cinco de los años más calurosos jamás registrados ocurrieron entre 2014 y 2018, y el mundo ya se ha calentado aproximadamente 1 grado Celsius desde la Revolución Industrial. Nuestras mejores estimaciones sugieren que debemos evitar 1,5 grados de calentamiento para evitar daños y sufrimientos generalizados.

Sabemos lo que está sucediendo y sabemos cómo llegamos aquí. Como #ExxonKnew desde 1970: La quema de combustibles fósiles está sobrecalentando los océanos y la atmósfera del mundo. Entendemos el problema. Entonces, ¿por qué no estamos haciendo más al respecto?

Eso es lo que los jóvenes de hoy quieren saber. Entienden que necesitamos acción climática ahora. Los huelguistas climáticos de la semana pasada: personas como la activista sueca Greta Thunberg, la estadounidense Isra Hirsi, la sudafricana Qiniso Ngcobo; y todos sus compañeros de clase y amigos: estos jóvenes ya están tratando la crisis climática como la emergencia que es.

¿Qué pasaría si el resto de nosotros hiciera lo mismo?

Declarar una emergencia climática es un primer paso necesario. Dejará en claro que no estamos hablando de una amenaza futura abstracta, sino de una crisis que ya está aquí. Y dejará en claro que el status quo es demasiado peligroso. Los modelos climáticos y los planes de acción siempre se comparan con el enfoque de “negocios como siempre”. Pero ya no podemos permitirnos los negocios como siempre.

Para las empresas, eso significa cambiar las reglas de compromiso. Como el CEO de Patagonia, Rose Marcario, escribió en un artículo de opinión reciente: “La verdad es que el capitalismo necesita evolucionar si la humanidad quiere sobrevivir”. Las tiendas de Patagonia se cerraron el 20 de septiembre en una demostración de solidaridad con los activistas climáticos juveniles.

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