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Puerto Rico será un centro de investigación médica de clase mundial

Puerto Rico se encamina a convertirse en un centro de investigación médica y de desarrollo de ensayos clínicos, así como de estudios de tratamientos enfocados en las enfermedades que más afectan a los puertorriqueños. Un abarcador plan que es posible gracias a una subvención de $15 millones otorgada al Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (RCM/UPR), por los Institutos Nacionales de Salud, para establecer un proyecto de investigación denominado Alianza Hispana para la Investigación Clínica y Traslacional (“The Hispanic Alliance For Clinical & Translational Research-The ALLIANCE”).

Así lo informó el rector del RCM, doctor Segundo Rodríguez, quien felicitó a la doctora Marcia Cruz Correa y al doctor Carlos Luciano, investigadores principales del proyecto, por este logro. “Un detalle importante es que este tipo de subvención solamente se otorga a una institución por estado o territorio. Y nos hemos convertido en el centro número 12 a nivel nacional, es un gran logro”, agregó entusiasmado. Sobre todo, porque permitirá que en los estudios que se publican y los resultados de ensayos clínicos -que son esenciales para el desarrollo de medicamentos y de tecnologías-, haya más representación puertorriqueña y latina.

“Cuando miramos, a veces ni llegamos al 1% de todos los que participan (en los estudios clínicos o investigaciones médicas)”, señaló por su parte la gastroenteróloga oncóloga Cruz Correa, quien destacó la importancia de poder hacer estudios enfocados en puertorriqueños y en sus condiciones más prevalentes.

“Literalmente, entramos a las grandes ligas. Esto nos solidifica para seguir desarrollando la investigación y la educación”, agregó la también directora científica del Centro Comprensivo de Cáncer, tras indicar que la alianza incluye hacer investigaciones en colaboración con la doctora Diana Fernández, de la Universidad Central del Caribe (UCC), y el doctor Pedro Santiago, de la Ponce Health Sciences University (PHSU). La subvención permitirá que los estudios, que ya iniciaron, se extiendan durante los próximos cinco años.

Según explicó Cruz, hay cuatro áreas principales en las que se harán ensayos clínicos: cáncer, enfermedades cardio metabólicas (como diabetes y cardiacas), condiciones neurológicas (como Parkinson y Alzheimer) y VIH.

El doctor Carlos Claudio, director de Neurología en la Escuela de Medicina del RCM, también mencionó que se investigarán dolencias como el sobrepeso y la obesidad, la hipertensión y las enfermedades infecciosas emergentes que, además del COVID-19, incluye la del virus del Zika, Chikunguña y dengue, una enfermedad endémica de Puerto Rico. “Soy neurólogo y desde ese punto de vista, en nuestra población también hay un problema importante de derrames cerebrales que es necesario estudiar”, agregó Claudio.

El investigador también coincidió en que mucha de la información de la literatura médica sobre tratamientos de enfermedades se lleva a cabo en ensayos clínicos en instituciones que, principalmente, atienden poblaciones de origen europeo y anglosajón. “Una de las cosas que hemos ido aprendiendo es que a veces, aunque se haya establecido la efectividad de un tratamiento para una condición,si los estudios han utilizado poblaciones que no son representativas desde el punto de vista de su constitución genética,puede que no sea tan efectivo o que no funcione”.

Por eso el investigador enfatizó en la importancia de entender cómo algunas de estas enfermedades afectan particularmente a la población boricua y cómo se manifiestan cuando hay otras enfermedades coexistentes. “Por ejemplo, cómo le afecta a un paciente diabético una enfermedad como el virus del Zika. Es importante enfocarnos en nuestra población, entender sus particularidades y poder entonces hacer intervenciones que sean adaptadas a nuestra cultura y a nuestra población”, destacó Claudio.

Estudio en las comunidades

Según el doctor Claudio, la subvención viene también a ampliar un enfoque que se ha estado desarrollando y que, a su juicio, es muy importante. Se refiere a llegar a las comunidades y reunirse con líderes comunitarios para entender cuáles son las prioridades de los problemas de salud que confrontan.

“A veces, el investigador en la institución académica tiene un interés en una condición médica, pero quizás no sea la prioridad para la comunidad o la población donde quiere hacer su investigación. Eso es lo que llamamos hoy día investigación participativa comunitaria (”community participatory research”)”, explicó. Agregó que eso también conlleva capacitar a personas a través de asociaciones de base comunitaria para que también se integren a los proyectos de investigación.

Otro tipo de estudios que también se promueve en este proyecto es la investigación traslacional que, según el médico, es la “que mueve los conocimientos del laboratorio de ciencias básicas a la clínica y viceversa”. “Las preguntas que se generan en la clínica se llevan al laboratorio para investigarlas”, abundó.

“En un momento donde la crisis fiscal, particularmente a nivel de Puerto Rico, está impactando las instituciones académicas, esto representa una esperanza de que por lo menos ciertas iniciativas y esfuerzos se van a poder mantener y potencialmente seguir desarrollándolos. Eso tiene un impacto importantísimo en este momento tan difícil que estamos pasando en nuestra isla”, agregó el doctor Claudio.

Por su parte, la doctora Cruz Correa añadió que es una oportunidad de ver a Puerto Rico como “un ecosistema en donde todos tenemos que trabajar juntos y todos vamos a apoyarnos, cada cual en su área de ‘expertise’, para estudiar las enfermedades que son más prevalentes en nuestra comunidad”.

“Para mí lo más importante es que la investigación de todos los profesionales redunde en una mejor calidad de vida, en salud para los pacientes de Puerto Rico”, añadió la investigadora.

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