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Puertorriqueños y españoles se unen para restaurar el Fortín San Gerónimo

Fortín San Gerónimo

Puertorriqueños y españoles se han unido para continuar con la restauración del Fortín San Gerónimo del Boquerón, el bastión más pequeño pero considerado el más importante, construido en el siglo 18, y que durante cientos de años defendió la capital de San Juan.

El arquitecto Juan Vera, del Consejo de Arqueología Subacuática -adscrito al Instituto de Cultura Puertorriqueña, el también boricua Ismael Rodríguez, y los españoles Rafael Gómez Aguilar y Manuel Minero son los restauradores.

En entrevista con Efe, Vera indicó que los trabajos de limpieza y reconstrucción de lo que él considera “El altar de la puertorriqueñidad” por los eventos que se vivieron allí, particularmente por la invasión en 1797, arrancaron en el año 2007.

“Ahí empezamos a intervenir con la estructura”, recordó Vera, quien a diario realiza una limpieza básica al área, pero también una restauración estructural al puente de acceso al fortín, debido a que las olas provocadas por el huracán María el año pasado agravaron más el paso.

Gómez, por su parte, dijo a Efe que el trabajar -todos los viernes unas cinco horas por los pasados al menos cuatro meses- en la restauración del fortín lo convierte en el “hombre más feliz del mundo” porque se siente “privilegiado” de la labor que realiza en un bastión que usó el Ejército español como defensa militar.

Gómez, de 39 años, dijo que fue Minero quien le invitó a que se uniera al grupo de limpieza del fortín, estructura que “ni la más remota idea” de lo que era, hasta que llegó allí por primera vez y lo encontró “bien triste, pobre y lleno de basura”, pero cuya perspectiva ahora es muy diferente.

Tanto es así que cada viernes que se va del fortín hacia su casa, ya sueña con que sea el de la semana siguiente para regresar.

Diego Menéndez, gobernador de la isla entre 1582 y 1593, fortificó la primitiva construcción de Punta de Boquerón con el objetivo de emplazar allí piezas de artillería para proteger la segunda entrada de la bahía de Puerto Rico.

La construcción original defendió a San Juan de los ataques de los británicos Sir Francis Drake en 1595 y Sir George Clifford en 1598.

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