Como un acto de intromisión indebida, excesiva, caprichosa y hasta inconstitucional tildó el sector comercial el Proyecto 1152 de la Cámara de Representantes, de la autoría de la representante Wanda del Valle Correa, que propone la entrega gratuita de bolsas reusables para brindar alivio al bolsillo del consumidor.

Manuel Reyes, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), durante su comparecencia ante el cuerpo legislativo expuso que las primeras opciones para el manejo de los desperdicios sólidos deben ser la reducción y el reciclaje.

“El fracaso por décadas de las autoridades a cargo de esos procesos en su encomienda, no debe utilizarse de base para una hemorragia de proyectos que —además de bolsas— buscan prohibir sorbetos, envases de ‘foam’, botellas, etc. Tampoco podemos aprobar legislación individual para cada producto, ni prohibirlos todos, ni reversar contradictoriamente los pasos positivos que ya se han dado”, afirmó Reyes en su ponencia.

Acorde con un análisis realizado por la organización en 2018, en los supermercados la reducción en la compra de bolsas fue de entre el 50% y el 98%. En la muestra de 93 tiendas, la reducción fue de sobre 342 millones de bolsas.

“La presente medida, además de prohibir el cobro, pretende que el comercio regale en grandes cantidades una bolsa mucho más dañina para el ambiente, de un material más pesado, lo que implica que con toda probabilidad tardara más en descomponerse, con lo cual el objetivo ambiental solo se cumple si en efecto se reutiliza y se reduce su consumo”, señaló el vicepresidente de MIDA.

Para el empresario, este proyecto representa un conflicto de intereses entre el ambiente y el bolsillo del consumidor. Recalcó que para reducir el impacto ambiental se necesita incentivar las conductas adecuadas, como reusar bolsas y penalizar las inadecuadas, como es el caso del cobro por no reutilizarlas.

En cuanto a obligar al comerciante a regalar las bolsas reusables, la iniciativa le pareció cuestionable y potencialmente inconstitucional de parte del estado.

“Aunque anteriormente se regalaban las bolsas era de manera voluntaria porque el costo por bolsa era una fracción del actual. Pretender obligar a los comercios a regalar su mercancía abre una puerta peligrosísima generando un precedente que podría extenderse a cualquier otro artículo”, agregó.

Indicó a los legisladores que muchos comercios no ofrecen bolsas de ningún tipo, por lo que sería absurdo requerirles ahora que las tengan y que además las regalen.

Expuso, también, que todo costo en la operación de un negocio terminará en el precio de los productos y servicios que ofrece.

“La idea de que el consumidor va a obtener algo gratis se trata de un espejismo populista porque en el mejor de los casos, una medida como esta implicaría un aumento adicional en los precios para los consumidores”, señaló.

Exhortó al gobierno a que utilice el IVU que se cobra por la venta de las bolsas para los programas de reciclaje y educación.

Por su parte, el Centro Unido de Detallistas, a través de su presidente, Jesús E. Vázquez, expresó preocupación de que el gobierno obligue a los comerciantes a suministrar gratis las bolsas sin darle derecho a recuperar el costo.

“La medida lo que va a traer es un alza en los precios para recuperar el costo de dichas bolsas. Antes se regalaban al mes unas 20,000 bolsas, hoy eso ha mermado en un 75%, lo que evidencia que la ley actual está funcionando”, expresó.

La medida también propone prohibir el logo de los comercios en las bolsas, lo cual los comerciantes aseguran sirve para abaratar el costo porque les sirve como estrategia de promoción.

“Se trata de una intromisión indebida, excesiva y caprichosa del estado a la libertad comercial. El cambio de conducta que se busca para que no lleguen más bolsas a los vertederos solo ocurrirá con el disuasivo que representa el costo de la bolsa si no lleva la suya”, sostuvo Reyes.

El secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Rafael A. Machargo, indicó que el costo de una bolsa plástica debe considerarse como un incentivo para que los ciudadanos consideren no comprarla y comiencen a usar una bolsa reusable.

“Toda aquella persona que modificó su conducta y comenzó a usar las bolsas reusables —tal como dicta la política pública actual— no se ha visto afectada por el hecho de que los comercios vendan las bolsas plásticas”, indicó el funcionario.

“Las bolsas plásticas que fueron originalmente prohibidas, como las que actualmente le venden los comercios a su clientela son dañinas al medioambiente. Más aún, estas últimas son más dañinas debido a su resistencia a la degradación y, por regla general, dichas bolsas suelen no reciclarse”, abundó.

Informó que solo el 1% de las bolsas plásticas se reciclan en el planeta, por lo que recomendó que se prohíba el uso de todas —ya sean las de un solo uso o las reusables— tanto en los comercios como en los restaurantes o cualquier otro lugar que las distribuya.

Datos provistos por Recursos Naturales, indican que en los EE.UU. anualmente se usan más de 100,000 millones de bolsas plásticas, de las cuales la mayoría termina en los vertederos, al lado de la carretera o en el océano.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en los océanos se vierten alrededor de 13 millones de toneladas de plásticos. Enfatizaron que si el patrón continúa debido a la demanda, para el 2030 la producción anual de plástico alcanzará las 619 millones de toneladas a nivel global, lo que representaría riesgo para la flora, la fauna marina y los seres humanos.

“Para el 2050 habrá en los océanos más plásticos que peces”, afirmó Machargo.

El secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Edan Rivera, expuso que esta agencia apoyará toda medida que conlleve algún beneficio a los consumidores.

No obstante, expuso que en la agencia no tienen el conocimiento especializado para determinar si un tipo de plástico en particular es o no perjudicial al medioambiente.

Exhortó a la comisión legislativa a que consulte a los sectores ambientales con el fin de obtener su insumo, para que se analice el impacto que pudiera tener al medioambiente el ofrecimiento gratuito de bolsas plásticas reusables.

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