Saint Thomas – La educación en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, en inglés) debe reforzarse en las escuelas y universidades del Caribe, con miras a que las soluciones a las amenazas que enfrenta la región –como el cambio climático– provengan de sus propios habitantes.

“Huracanes como Irma y María se están convirtiendo en nuestra nueva norma, y tenemos que sobrevivir. Podemos usar las disciplinas STEM para construir resiliencia y también para traer innovación social”, dijo ayer la meteoróloga Ada Monzón, al presentar la sesión ejecutiva titulada “Advancing economic development through entrepreneurship and STEM education” durante la Cuarta Cumbre de la Red de Acción para la Recuperación tras un Desastre de la Iniciativa Global Clinton.

Gillian Hassell, gerente de la Caribbean Science Foundation, relató que su organización lidera iniciativas de robótica en varias islas de la región, a fin de interesar a los estudiantes en las disciplinas STEM. “En estas pequeñas islas no solo consumimos tecnología, sino que tenemos la habilidad y capacidad de producirla”, afirmó.

Por su parte, Nicole Pitter, cofundadora de SheLeadsIT, contó que su entidad provee oportunidades en STEM a niñas y jóvenes para que “se conviertan en agentes de cambio”. La meta es reducir la brecha de género que permea en las disciplinas y lograr equidad salarial.

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