El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) emitió una orden de cese y desista contra el Municipio de Toa Alta y la compañía Toa Alta Eco Park paralizando las operaciones del vertedero, en ese pueblo, por presuntas violaciones al reglamento que rige este tipo de instalación.
Específicamente, el DRNA les imputó a las partes 10 infracciones al Reglamento para el Manejo de Desperdicios Sólidos No Peligrosos, por lo cual se propone imponerles una multa administrativa de $29,000.
El ayuntamiento y la compañía –dueño y operador del vertedero, respectivamente– quedaron citados a una vista el viernes 8 de octubre, a las 9:00 a.m., en la sede del DRNA en Río Piedras, en la que deberán mostrar causa por la cual no deben ser penalizados.
La orden, emitida el pasado 1 de septiembre, establece que, “en vista de la contaminación y/o riesgo de contaminación” que supone la operación, el vertedero debe dejar de recibir desperdicios sólidos no peligrosos “de inmediato” y “sin excusa de clase alguna”.
Simultáneamente, el Municipio de Toa Alta y Toa Alta Eco Park deberán “corregir las deficiencias señaladas” y someter al DRNA las medidas implantadas para estar en cumplimiento con el reglamento. Tendrán que entregar un “informe detallado con todas las actividades realizadas”.
Entre las acciones correctivas ordenadas, está evitar que el almacenamiento de desperdicios sólidos no peligrosos esté al descubierto. Los residuos deberán estar tapados con el material adecuado. También, el DRNA decretó que se “proceda a realizar gestiones para vaciar las charcas impactadas por la descarga de lixiviados” o residuos líquidos de la basura.
En síntesis, el DRNA estipuló que el ayuntamiento y la compañía tienen que cumplir con la orden administrativa por consentimiento que la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés) emitió, en 2017, para el cierre ordenado del vertedero. Las partes deberán trabajar con un plan de cierre y someterlo al DRNA.
Deniegan solicitud de renovación de permiso
Por todo lo anterior, el DRNA denegó la solicitud de renovación del permiso de operación del vertedero de Toa Alta.
La agencia basó su decisión, además, en que el vertedero ubica cerca de “zonas sensitivas”, como el karso y acuíferos, y de “pequeñas comunidades”. Igualmente, hizo referencia a pasadas y presentes inspecciones en la instalación, en las que “se evidencia el incumplimiento craso y continuo” con el reglamento.
El DRNA también les imputó al Municipio de Toa Alta y Toa Alta Eco Park incumplimiento con la Ley federal de Conservación y Recuperación de Recursos (RCRA, en inglés), y resaltó que, según un estudio de vida útil de la firma Weston Solutions realizado en 2018, el vertedero “alcanzó su capacidad máxima de diseño”.
La orden del DRNA, firmada por el director interino de la Oficina de Asuntos Legales de la agencia, Hiram Zayas, surge en momentos en que, en el Tribunal federal, se ventila la demanda del Departamento de Justicia de Estados Unidos –a nombre de la EPA– contra el Municipio de Toa Alta por la supuesta operación ilegal y riesgosa del vertedero.
Abordado al respecto, el abogado del Municipio para los asuntos del vertedero, Carlos López, confirmó que la instalación sigue recibiendo basura, “sujeto a lo que suceda en los procesos administrativos y en el proceso judicial”.
“Nos estaremos defendiendo (en el DRNA) como lo hemos estado haciendo en el proceso judicial en el Tribunal federal. Entendemos que hay señalamientos que no coinciden con lo que hemos presentado y lo estaremos discutiendo y señalando en el proceso administrativo”, dijo.
López agregó que la propia orden del DRNA establece que las partes deben reunirse antes de la vista de octubre, con miras a llegar a un acuerdo, “y así lo vamos a estar haciendo”.
Al momento de publicar esta historia, Toa Alta Eco Park no había dado declaraciones.
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