No cabe duda que la deforestación, la pérdida de diversidad biológica, el modelo industrial agrícola y la invasión humana a los hábitats de vida silvestre, están proporcionalmente relacionados a la propagación de enfermedades peligrosas como es el Covid-19. La ciencia también advierte que podríamos enfrentar la exposición a nuevos eventos de salud a medida que la crisis climática provoque desbalances en los funcionamientos de los ecosistemas de la Tierra.
Mientras nos adaptamos a un novel virus para el cual aun no tenemos tratamiento, no podemos perder de vista que durante las últimas décadas han aumentado considerablemente las enfermedades trasmitidas de animales a humanos, como el ébola, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), la gripe aviar, el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS), fiebre del Valle del Rift y el Zika.
Para ser más preciso, el 75% de todas las enfermedades infecciosas provienen de contagios inapropiados con vida silvestre y así lo confirmó la directora ejecutiva de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Inger Andersen, en entrevista con The Guardian.
Un estudio reciente de la Universidad de Stanford confirma que la deforestación acelera la propagación de enfermedades contagiosas ya que aumenta la probabilidad de interacción entre animales silvestres y los humanos. Mientras que un reportaje a fondo publicado en el periódico Listín Diario asegura que la deforestación se vincula a un 31% de las pandemias.
La mas reciente pandemia del Covid-19 es una advertencia de cuán urgente es hacer de la conservación una prioridad y de restaurar el balance de los ecosistemas naturales. Necesitamos políticas públicas a favor de la protección de hábitats y de la biodiversidad que contienen. Igualmente, necesitamos un plan para restaurar áreas naturales degradadas y para la sustitución de hábitos cotidianos que impactan negativamente la naturaleza. Pero, sobre todo, se necesita un diálogo transformador para que la llamada “nueva normalidad” geste una nueva forma de convivir y valorizar la naturaleza.