El problema de la acumulación de gomas ha llegado a niveles insospechados y muestra de eso son las cientos que aparecieron recientemente en un vertedero clandestino a orillas de la playa de Levittown, cerca del balneario Punta Salinas en Toa Baja.

La denuncia fue publicada antier a través de las redes sociales y tan solo pasó una noche antes para que un grupo de voluntarios, quienes laboran en la gomera Neumáticos PR de Río Hondo en Bayamón, se dieran a la tarea de sacar estos peligrosos desperdicios de la arena.

“Nos quedan como 200 gomas allí, pero están enterradas en la arena y eso tomará tiempo. Tienen bastante arena por encima, por lo que pienso que estaban allí desde antes de las fuertes marejadas que llegaron a las costas”, dijo Ríos.

A pesar de la dura encomienda para esos voluntarios, decidir ayudar en esta situación no lo toman como un acto de caridad, sino más bien como una responsabilidad.

“No nos gusta que nos digan que todas las gomeras son iguales. Es cierto que ya no pasan a recoger las gomas, pero no se pueden tirar así por ahí porque es irresponsable. Realmente los exhorto a que no hagan la práctica porque nos afectan la industria.”, expresó Ríos, quien espera visitar hoy la zona para continuar con las labores de recogido de neumáticos.

Pide acción

Según Ríos, la problemática de vertederos clandestinos de neumáticos es ocasionada por la inacción del Gobierno, aunque repudia esta práctica ilegal por parte de algunos de sus colegas gomeros.

“No se justifica que tiren gomas por ahí, pero es cierto que tenemos un problema con el recogido de neumáticos. Se está pagando doble por el reciclaje porque se paga un impuesto cuando la goma entra al país y, al final, el consumidor es el que paga las consecuencias. No se le está pidiendo algo que no se paga al Gobierno; se les está pidiendo que los fondos de reciclaje se utilicen para eso”, puntualizó.

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