El Centro de Predicción Climática de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) emitió hoy, jueves, a una advertencia por el desarrollo del fenómeno de La Niña, lo que significa que el planeta está bajo la influencia de este evento climatológico que provoca un aumento en desarrollo de ciclones en el océano Atlántico.
La agencia meteorológica otorgó un 75% de probabilidad para que este fenómeno continúe en el hemisferio norte hasta el invierno que correspondería hasta el próximo mes de marzo.
El meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología (SNM) Emanuel Rodríguez explicó a El Nuevo Día que la noticia representa la posibilidad de que aumente la cantidad de sistemas tropicales que concretan su desarrollo debido a que, en adelante, habrá menos vientos cortantes, lo que permite que un ciclón logre desarrollar su circulación y gane fuerza.
“Cuando tenemos a La Niña, normalmente las temperaturas ecuatoriales en el Pacífico tienden a estar más frías. Eso inhibe la formación de ciclones en el Pacífico, pero provoca una reacción en cadena en el Atlántico, donde las temperaturas del océano se tornan más cálidas y disminuyen los vientos cortantes. Por lo que, en otras palabras, significa que la atmósfera estará favorable para el desarrollo de tormentas y huracanes”, detalló el experto.
Resaltó que el desarrollo de este fenómeno se da justo en el día pico de esta temporada de huracanes, que ya ha dejado un saldo de 18 ciclones de los que 17 fueron tormentas nombradas, cinco alcanzaron fuerza de huracán y uno de ellos fue intenso.
La última vez que se desarrolló el fenómeno de La Niña fue entre el 2017 a 2018, momentos en los que se desarrollaron los huracanes Irma, María y Harvey.
De hecho, la comunidad científica, incluyendo la Organización Meteorológica Mundial (OMM), habían anticipado que todo apuntaba a que este año se desarrollaría La Niña debido al patrón de aumento en temperaturas que se han registrado durante este año, que ya para abril rompió el récord como el segundo año más caliente en la historia de la Tierra.
Además, es el año más caliente jamás registrado en Europa y Asia, y el sexto año más caluroso desde que se tienen registros en Puerto Rico.
“Todo esto es el resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero y no de factores naturales”, dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
Mientras, Rodríguez resaltó que La Niña no solo aumentaría el desarrollo de ciclones, sino que la presencia del fenómeno implica, a su vez, que las lluvias serán más abundantes y las inundaciones podrían resultar más severas.
“Cada fenómeno de La Niña es distinto y pueden variar en intensidad. Hay que recordar que esto es una interacción entre el océano y la Atmósfera, pero en promedio ese es el tipo de resultado que producen estos eventos”, puntualizó el meteorólogo.
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