El rechazo del gobernador al proyecto de Energy Answers nos lleva a enfatizar la necesidad que tiene Puerto Rico de distanciarse del modelo de incineración para el manejo de su serio problema de desperdicios sólidos, y de encaminar la ruta hacia fuentes de energía renovables.
Reiteradamente hemos expuesto que la solución al problema de la basura está en la inversión en el reciclaje. Este modelo, además de promover el reúso de materiales mediante tecnología más limpia, puede desarrollarse como una diversificada industria generadora de empleos en la isla.
Mientras, es clara la necesidad de mover el sistema eléctrico hacia las fuentes de energía de menor impacto ecológico posible. La ubicación misma del proyecto de Energy Answers ha provocado serias inquietudes ambientales por su cercanía al Caño Tiburones, una reserva natural de valor ambiental incalculable.
Además, la planta operaría a aproximadamente 1,600 pies del terreno donde antes estuvo la industria The Battery Recycling, recientemente incluido por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos en la Lista Nacional de Lugares de Prioridades de Superfondo por la alta contaminación con plomo en la zona.
Energy Answers ha propuesto la construcción en el barrio Cambalache de Arecibo una planta con la capacidad de incinerar 2,100 toneladas de basura por día, para generar 80 megavatios de electricidad.
Días atrás, el gobernador Ricardo Rosselló le retiró a la planta el endoso del gobierno local. El gobernador Rosselló, que hace unas semanas dio a conocer su intención de privatizar la Autoridad de Energía Eléctrica, argumentó que la propuesta de Energy Answers dejó de ser compatible con la política energética que su administración impulsa.
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